“Lo donaré a los estudiantes con mejores Icfes de estratos 1, 2 y 3, que estén sisbenizados y estén en universidades públicas y privadas. No lo daré a vagos ni amigos de politiqueros. Se repartirán todos los meses, de a medio millón a 30 jóvenes, pues el sueldo es de 15 millones de pesos. Tengo entendido que en promedio son 700 millones en los cuatro años”, explicó Hernández en entrevista concedida a medios locales.
Hernández, quien llegó sin el apoyo de las maquinarias políticas tradicionales de Bucaramanga, y derrotó por más de 5.000 votos al candidato liberal promovido por la actual administración, Carlos Ibáñez, declaró desde ya una guerra frontal contra la corrupción y el clientelismo en el concejo municipal.
Pero el nuevo alcalde no tendrá una tarea fácil, sobre todo teniendo en cuenta que buena parte del éxito de su administración dependerá precisamente de sus relaciones con el concejo, una corporación en la que de las 19 curules, 10 quedaron en manos del Partido Liberal, fuerza a la que Hernández derrotó en las urnas, y otras tres más hacen parte de la maquinaria política tradicional, lo que le deja un margen de maniobra de seis concejales para presentar iniciativas y lograr que su trámite no se estanque.
Comentarios