Una japonesa muy colombiana

El hogar de la familia Salcedo Takahashi estaba lista ayer para vivir una fiesta con el duelo entre Colombia y Japón, que cerraba la tercera fecha del grupo C del Mundial 2014.

La más entusiasmada era Camila Takahashi, pues sus equipos del alma se enfrentaban y tenía sentimientos encontrados.

Camila nació en San Juan de la China, su madre es tolimense y su padre es japonés. A los pocas semanas de venir al mundo, sus padres se la llevaron a vivir al país del Sol Naciente durante 13 años y después regresó a territorio colombiano.

En Ibagué vivió tres años y en ese periodo conoció al que hoy es su esposo, Daniel Salcedo. Ambos estudiaban en el colegio San Simón. Estando en grado décimo, Camila nuevamente regresó a Japón y sólo venía a la Capital Musical en periodo de vacaciones.

“Nos veíamos cada vez que ella estaba en Ibagué, a medida que iba pasando el tiempo la amistad pasó a un noviazgo y pese a la distancia, siempre estuvimos en contacto a través de las redes sociales”, expresó su marido.

Su amor fue creciendo y fruto de esa relación llegó Sara Isabela, quien nació en Saitama (Japón) y está pronto a cumplir 4 años.

En noviembre de 2012 Daniel y Camila decidieron formar una familia y se casaron. Ambos residen en Ibagué, Takahashi decidió radicarse del todo hace seis meses para estar al lado de los suyos.

El amor por Colombia

Físicamente Camila no tiene muchos rasgos asiáticos, habla tres idiomas con propiedad (castellano, inglés y japonés) a pesar de su juventud, tiene 21 años, y está fascinada por la manera como viven los ibaguereños.

“En Japón la gente es muy fría, son muy independientes, solitarios y se preocupan por estar bien económicamente, mientras que aquí las personas son alegres, son muy sociables, relajadas y folclóricas”, manifestó.

Su cariño por el pueblo colombiano se ha trasladado al fútbol, ayer en el duelo entre cafeteros y nipones, celebró cada gol ‘Tricolor’ como su fuera propio y su felicidad, al igual que la de su esposo y amigos cercanos, era total, aunque sintió un poco de nostalgia porque su otro país quedó eliminado de la cita orbital.

Credito
JUAN CARLOS BLANCO CARDOZO

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