En el 2015, el futbolista ibaguereño Andrés Camilo Ramírez se integró a un proyecto deportivo que prometía ser un ‘boom’ en la Región, y tal vez en el ámbito nacional. Por tal motivo, tenía enormes expectativas, tanto en el aspecto personal como profesional.

No obstante, el pasado 12 de marzo el sueño de volver a representar un equipo de su departamento se esfumó, luego que la Dimayor descartó la participación del club Tolima Real en el ‘Torneo de Ascenso’.

A partir de ese instante, siendo consiente que se avecinaría un pleito jurídico complicado y seguramente extenso, ‘El Samurái’ optó por negociar la desvinculación del conjunto liderado por Juan Carlos Restrepo, padrastro de crianza de James Rodríguez, para buscar nuevos horizontes.

Y durante esa exploración, el crédito del barrio El Salado se encontró una oportunidad de oro para regresar a las canchas, teniendo en cuenta que acumula prácticamente un año sin competir, luego de su paso por el Real Estelí de Nicaragua.

Por tal motivo no lo pensó dos veces en viajar a los Estados Unidos, donde un empresario logró engancharlo con el Miami Fusion, escuadra que participa en la National Premier Soccer League (NPSL), una de las cuatro ligas que existen en territorio norteamericano.

“Fue muy triste que Tolima Real no recibiera el aval de la Dimayor, a pesar de tener todo en orden. Lastimosamente muchos jugadores nos quedamos sin empleo, pero gracias a Dios se me presentó un chance para jugar.

Ahora estoy entrenando acá en Miami, a la espera que llegue el ‘transfer’ internacional, para poder ponerme a las órdenes del director técnico”, sostuvo Ramírez.

Sobre esta nueva etapa en su carrera, refirió que “debo adaptarme a un fútbol bastante físico, muy vertical, en el que apenas con tres o cuatro toques ya se está culminando una jugada”.

Y agregó: “Es una fortuna contar con el entrenador italiano Giuseppe DePalo, quien a pesar de ser europeo, le gusta mucho el estilo latinoamericano. Creo que encajaré perfectamente en su estilo. Trabajaré mucho para conseguirlo”.