En el partido en que Cristiano Ronaldo batía el récord de internacionalidades con la Selecçao (128), los palos y, sobre todo, el portero austriaco Robert Almer amargaron la noche a Portugal, que con el 0 - 0 se complica el pase a los octavos de la Eurocopa.

Nani cabeceó al palo en el primer tiempo y Ronaldo estrelló un penal en el poste a falta de 11 minutos para el final de un partido en el que los portugueses se merecieron más premio, pero se toparon con un inconmensurable Almer, que impidió con sus paradas el triunfo luso y que el delantero del Real Madrid se convirtiese en el primer jugador en marcar durante cuatro ediciones consecutivas de Eurocopa.

El primer tiempo fue un monólogo de la Selecçao, que dominó, puso el juego y las ocasiones, pero no concretó ninguna de ellas.

Salvo un par de centros peligrosos desde la derecha, Austria apenas inquietó a Rui Patricio. En el primero, Martin Harnik cabeceó fuera cuando lo tenía todo a favor para marcar y en la segunda Vierinha sacó el balón desde la línea de gol cuando el 11 del equipo austriaco ya se disponía a rematar.

El resto fue para los portugueses, que desperdiciaron múltiples ocasiones, sobre todo Nani. En el 6 envió fuera un balón que le vino rechazado; en el 12 robó un balón en el vértice del área rival pero Robert Almer le sacó con el pie el remate en el mano a mano, y en el 29 cabeceó al palo un centro desde la izquierda de André Gomes.

Cristiano Ronaldo tuvo dos muy claras, pero tampoco las aprovechó. Remató fuera pegado al palo un centro del lateral Raphael Guerreiro (22) y otro disparo de media volea desde el interior del área lo detuvo Almer (38).

En el 34, también cabeceó un centro de Nani a la altura del punto de penal, pero lo atrapó de nuevo Almer, aunque la jugada quedó invalidada por fuera de juego que la televisión se encargó de demostrar que no existía.

En el 79 llegó la ocasión más clara del partido para Portugal. Un penal cometido sobre Cristiano se encargó de lanzarlo la estrella del Real Madrid, justo tres semanas después de dar la 11ª Copa de Europa al club español al anotar el quinto penal en la tanda decisiva de la final. Ronaldo engañó a Almer, pero su disparo raso se estrelló en el poste derecho del arco austriaco.

Al fin marcó Ronaldo en el 85, de un lindo cabezazo, pero el árbitro lo anuló por fuera de juego, esta vez claro, para desesperación de unos portugueses que ya no pudieron hacer más.