Se desbordó la insensatez humana

En noviembre por lo regular empieza la época de crecientes en el río Amazonas, alcanzando los mayores niveles en abril y mayo, luego inicia su descenso hasta llegar a los niveles más bajos en agosto y septiembre.

La variación por lo regular va de 5.5 a 17.90 metros. El ancho medio del río, en el tramo que Colombia comparte con el Perú es de 2.5 km y el caudal medio de 30.000 m3/seg (Ideam).

La dinámica del  río ofrece buenas posibilidades para la navegación de gran calado  en época de creciente (primer semestre) pero en la época de sequía (segundo semestre),  los bancos de arena que se forman en el area de Leticia la están dejando literalmente sin río que se viene desplazando hacia el área peruana (como se aprecia en esta vista panorámica),  y parece ser que no es nada fácil llegar a acuerdos entre Colombia y Perú para resolver esta circunstancia.


Ciclo cada 10 años
Por lo regular cada 10 años el río Amazonas aumenta su nivel por encima de los 14 metros, dicen los lugareños.  En los años 1982 y 1973 superó los 15 metros igual que ahora…es la “dinámica natural” del río Amazonas. Sin embargo, recientemente los niveles del río crecieron en forma  considerable.

En el año 2009 alcanzó los 14.8 metros  y 14.2 metros en el año 2011, cuenta Lina Muñoz, quien participa en el comité del Clopad (Comité Local de atención y prevención de desastres),  que bajo la coordinación del  Alcalde correspondiente y a partir de las informaciones  de los niveles del río entregadas por el Ideam y de los efectos en la vida de las comunidades y sus territorios,  declaran las Alertas especificas: La amarilla, es preventiva, la naranja es de alistamiento y la alerta roja es de peligro, cuando el nivel del río crece 15 metros o más.


Alerta roja en Puerto Nariño
Puerto Nariño pertenece a Colombia desde 1739 y es declarado municipio en el Amazonas hace 28 años, relata Jorge Eliécer Holguín, bibliotecario del municipio, un antioqueño que se vino hace más de 20 años a este bello lugar “porque acá  todavía se escuchan los sonidos de la naturaleza”, dice, al estar prohibida la circulación de automotores y motocicletas.

Primero se declara la alerta roja en Puerto Nariño por las condiciones de peligro que presenta el aumento del nivel del río Amazonas en 15 metros afectando 490 familias en los territorios de su área de influencia y de las zonas ribereñas del rio Loretoyacu:  Comunidades de San Juan de Atacuarí, Siete de Agosto, Tres Esquinas, Boyahuzu, Naranjales, Pozo Redondo, Patrullero, Doce de Octubre, Villa Andrea, Santa Teresita, Nuevo Paraíso, San Francisco, Santa Clara de Tarapoto, Ticoya y Puerto Nariño. Los niveles de la inundación actual se presentaron en Puerto Nariño también en el año 1999.

   
Alerta Roja desde Atacuarí hasta Leticia
El 28 de marzo de 2012 se decretó la alerta naranja en Leticia. Hoy, la alerta roja  para el río Amazonas viene desde Bocas de Atacuarí hasta Nazareth y Leticia, donde se presentan inundaciones en barrios ribereños. Cabe anotar que las aguas lluvia que traen los ríos del Caquetá y Putumayo desembocan en la parte brasileña del río, mientras que las lluvias locales y las que caen en Perú alimentan la parte colombiana del río. Se recuerda que el río Amazonas se forma de la confluencia del  río Marañón y río Ucayali, en la localidad de Nauta a unas 74 millas de la ciudad de Iquitos (Perú). En Iquitos, el río Amazonas alcanzó 118 metros sobre el nivel del mar, la cifra más alta de los últimos 20 años, es la primera vez que la zona urbana de Iquitos sufre las consecuencias del desborde.

Palafitos, mercados y medicinas

La atención en Colombia se centra en aumentar los “tacones” de las casas (palafitos) para que sus pisos queden por encima del nivel del río, en la entrega de víveres y medicamentos por parte del Centro de reacción y urgencias en emergencia, Crue, como por ejemplo suero antiofídico por la presencia de las serpientes en algunas casas, quienes también buscan guaridas secas.     

El problema no es el río, es el ser humano
El río Amazonas viene cambiando como resultado de las transformaciones estructurales en la Amazonia, con su selva, ríos, fauna, seres humanos y sus culturas, dadas sobretodo en los últimos cincuenta años, siendo promotores del cambio los modelos económicos extractivistas y productivistas extensivos e intensivos (heredados de los invasores españoles) que traen toda una secuela de saqueos, destrucción, deforestación, inequidad, violencia, desplazamiento y muerte. Extractivismo que construye carreteras de penetración inicialmente por parte de madereros y ganaderos, la  agresiva deforestación para vías de acceso para extracción de minerales y de hidrocarburos, megaproyectos hidroeléctricos, mineros, agroindustriales (Soya en Brasil), la estrategia Iirsa (Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana). En Colombia, la deforestación intensiva y extensiva se canaliza hacia la parte occidental de la cuenca amazónica (Caquetá, en especial).

De esa manera, la deforestación indiscriminada y la quema son la práctica más recurrente, afectando la dinámica de la Amazonia, donde el río Amazonas recibe toda la carga de sedimentos que antes contenía la vegetación de la Selva. En el año 2005, más de 30 mil incendios  en Brasil y otros miles en Bolivia, colmaron la atmósfera de humo y  en muchas áreas “el río se podía atravesar a pie”.


Ahora se intensifica la economía verde, “sofisma verde” de los neoliberales en nuestros ecosistemas como la selva para compensar a las transnacionales por las pérdidas económicas producidas por la crisis económica y financiera reciente…….


Las verdaderas alertas
No se ha entendido por propios y ajenos la dimensión de la Amazonia en la preservación de las condiciones de vida del planeta, sus mecanismos de autorregulación, su papel en el ciclo hidrológico, en la regulación del clima, a través de la fuerza evaporativa que genera la diversidad de su vegetación nativa. Se “estudia” a cambio el ciclo de carbono para consolidar mercados de carbono para el beneficio de externos afectando a propios y naturales.   

Un metro cuadrado de superficie del océano tiene un metro cuadrado de superficie evaporadora, mientras que un metro cuadrado de selva tiene hasta 10 metros cuadrados de hojas, pues  coge toda la columna, es un evaporador optimizado” (Nobre, 2011).


Un análisis de territorio de la Amazonia, que va mucho más allá de la simple medición física de lluvias, caudales,  niveles de los ríos y sedimentos, muestra las relaciones de poder existentes y sus conexiones con el capital financiero que domina el planeta a través de las transnacionales y así visibilizará que las verdaderas alertas están en  este entramado humano empresarial y corporativo de cultura occidental que cuenta con el apoyo arrodillado de los gobiernos de turno, donde se reivindica la muerte en todas sus dimensiones, acaban con la vida de los territorios, su naturaleza, sus pueblos y culturas y se llama modelo neoliberal, el cáncer del planeta Tierra.

Credito
GLADYS MORENO PINZON

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