No a la reprobación, no a la repitencia

INTERNET - EL NUEVO DÍA
Esto sirve para corroborar el lema inicial de este escrito: No a la reprobación, no a la repitencia escolar. Que esto se cumpla, está en manos de los docentes y de los directivos docentes de los establecimientos educativos oficiales y privados.

No a la reprobación, no a la repitencia, debe ser el lema de docentes, directivos docentes y demás miembros de las comunidades de cada institución educativa en Ibagué y en todo el Departamento. Vigente en momentos en que está terminando el año escolar y se toman decisiones sobre promoción de los estudiantes de un grado a otro en cada uno de los niveles educativos.

¿Por qué el lema? ¿Qué lo justifica? Hay razones teóricas y prácticas y entre estas últimas, razones de carácter económico que se deben tener en cuenta cuando los docentes toman decisiones sobre la aprobación o no de un grado de escolaridad.

“Se encuentra que la investigación no apoya la idea, ampliamente arraigada, de que reprobar a quienes no obtienen resultados satisfactorios produzca un rendimiento superior la segunda vez que se cursa un grado”, dice el destacado investigador mexicano, Felipe Martínez Rizo (Rmie, 2004), autor de varios libros sobre evaluación.

Es una cita que corrobora lo dicho en los resultados de otras investigaciones científicas sobre el tema de la reprobación que aquí en lenguaje común se llama “pérdida del año” escolar. De muy poco sirve reprobar a un estudiante, tampoco sirve que repitan el año, porque no logran progresos adicionales en su formación y, en cambio, generan problemas de comportamiento y autoestima, a la par de los costos económicos adicionales que afectan a los padres de familia y al Estado.

“No hay evidencias que indiquen que la reprobación es más benéfica que la aprobación para los alumnos que tienen serias dificultades académicas o de ajuste”, es lo que a su vez dice Jackson, (1975, citado por Martínez).

En el país se han probado varios sistema de evaluación y promoción de los estudiantes, inclusive el de la promoción automática. Ahora, en desarrollo del decreto 1290 de 2009, los establecimientos educativos tienen la autonomía para crear sus propios sistemas de evaluación del aprendizaje de los estudiantes. Como consecuencia, se elevaron automáticamente las tasas de reprobación y repitencia escolar, a cifras que ya son alarmantes.

Cifras Sobre Reprobación 

La capital tolimense aporta el 40 por ciento de la “mortalidad” académica que se da en el Tolima; el 44.2 por ciento de todos los reprobados en los 47 municipios de nuestro Departamento y el 35.6 por ciento de los desertores (2013).

Entonces es en Ibagué donde se pueden y deben construir modelos de intervención sobre estos fenómenos de ineficiencia interna escolar. Es una tarea para los investigadores, lo es también para el Observatorio de la Calidad Educativa creado por la Alcaldía y bajo la responsabilidad de la Secretaría Municipal de Educación. Hay unos datos bastantes recientes sobre la repitencia en Ibagué.

La Unidad de Cobertura Escolar de la Secretaria Municipal de Educación nos dice que la repitencia tiende a disminuir. Porque era del 8.4 por ciento en 2011 y pasó a ser del 6.6 por ciento en la matrícula del presente 2015.

Son, desde luego, datos que debieran causar intranquilidad o múltiples inquietudes. Porque la repitencia está llegando a cifras muy similares a la de a reprobación. Es preocupante tal volumen de repitencia porque definitivamente ya abundan los estudios que han llegado a la conclusión de que el estudiante que repite un grado, no avanza hacia conocimientos y desempeños académicos nuevos y más significativos. Así por ejemplo está lo que al respecto Goodlad y Anderson concluyen en sus investigaciones: 


“En todos los estudios algunos alumnos repetidores muestran una mejora razonable durante el año que repiten, pero en cambio un porcentaje mucho mayor, de hecho, obtuvo peores resultados en las pruebas de rendimiento después de repetir un año, en relación con el nivel que habían mostrado antes de que el impacto del fracaso y la repetición subsecuente destruyeran su deseo de aprender y parte del aprendizaje que ya habían logrado. El argumento de que la reprobación se justifica porque normalmente hace subir el desempeño debe rechazarse”.

Por su parte, los estudios sobre factores asociados a los resultados de las pruebas Saber concluyen que aquellos estudiantes que en su historia académica han repetido algún curso, tienen resultados más bajos que aquellos que no han pasado por esta experiencia.

Cifras de repitencia en Ibagué 

¿Acaso es justo y lógico que en el Tolima, incluyendo a Ibagué, en el año 2013, el total de reprobados haya llegado a 21 mil 651 estudiantes que “perdieron el año”? Que se sepa, esto no ha causado alarma ni actos de protesta, como debiera ser.

A mí por lo menos me produce indignación. Porque la reprobación genera repitencia y deserción. Si a esta cifra se le suman 12 mil 262 desertores ese año, la cifra llega, entonces, a los 35 mil 55 estudiantes que fracasaron en la tarea de aprender, categorizado este fenómeno como de “mortalidad académica”.

Ya hay establecimientos educativos que han diseñado e implementado estrategias para intervenir sobre este fenómeno educativo, indicador de la baja eficiencia interna de nuestro sistema escolar.

Porque lo deseable es que los estudiantes matriculados en un grado, avancen hacia el siguiente. Además, la permanencia es un derecho fundamental de los estudiantes que se vulnera cada vez que en las instituciones escolares no se aplican estrategias de “adaptación” a los avances de la reprobación y la repitencia, para atenuarla o eliminarla.

Credito
LUIS E. CHAMORRO RODRÍGUEZ ESPECIAL PARA EL NUEVO DÍA

Comentarios