Alrededor de 14 días completan los habitantes del sur de Ibagué por la intermitencia en el servicio de agua en barrios como; Santa Bárbara, Miramar y Ricaurte, entre otros, ante los problemas que se han generado para captar el recurso a través del acueducto comunitario Acuaricaurte. 

Sandra Pareja, representante de Acuaricaurte, señaló que las condiciones climáticas y las fuertes precipitaciones de los últimos días han generado una alta turbiedad de la quebrada El Tejar de donde se capta el recurso, pero aunado a esta situación relató que existe un serio conflicto con varias construcciones a la ribera del afluente que no tendrían los respectivos permisos, debilitan el suelo y han generado una abundante caída de material a la quebrada, lo que complica aún más el tratamiento del recurso.

Una de las situaciones particulares, según dijo, está relacionada con la urbanización Villa Astrid, pues de allí se estarían arrojando varios desechos que contaminan el afluente. 

“Ha llovido mucho y en la parte alta que es donde se capta el agua de la quebrada El Tejar hay unas construcciones sin los debidos permisos que han ocasionado erosiones, esa tierra se ha ido a la quebrada causando altos grados de turbiedad, lo que hace imposible el tratamiento, eso por un lado, por otro, está la urbanización Villa Astrid, desde hace muchos años se viene poniendo en conocimiento a las autoridades competentes, que el señor (propietario del predio) no ha realizado la mitigación del riesgo y cuando llueve toda esa agua se va a nuestra quebrada causando una afectación”, expuso la representante de Acuaricaurte.

La mujer señaló que son amplias las denuncias a entidades como la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima y la Alcaldía para que se controlen las afectaciones a la quebrada, pero no ha sido posible que se les entregue una solución. 

La representante del acueducto comunitario indicó que actualmente el suministro se está brindando, pero el agua que se entrega por ahora no tiene el tratamiento que se requiere; sin embargo, se hizo para que se puedan suplir las necesidades básicas.

“En este momento estamos brindando servicio de agua, pero es agua que está en decantación que está en proceso de tratamiento, iniciamos en dar el agua con alto grado de turbiedad porque sabemos de las necesidades básicas como en las unidades sanitarias, eso no da espera y si no hay agua eso nos puede llevar a una emergencia de salud pública”, aseveró. 

Asimismo, hizo un llamado a las autoridades para que se solucione la problemática, pues estrategias como las del acueducto alterno o acueducto comunitario aún están lejanas y ellos aún están a un 90 % para poder suministrar agua potable.

“Hacemos un llamado porque desde hace mucho tiempo estamos solicitando a Cortolima, Secretaría de  Planeación, a los entes gubernamentales, incluso de la nación, que nos den una manito con el acueducto comunitario, el acueducto alterno lo vemos todavía muy lejos y tenemos 1.300 suscriptores que también somos Ibagué y necesitamos de esa agua potable. Cada vez las inclemencias del clima van a ser peores y ni el Municipio ni nosotros vamos a tener cómo responder a la necesidad del agua”, puntualizó. 

Ante el desabastecimiento del recurso, el pasado fin de semana la empresa de Acueducto y Alcantarillado Ibal, llegó con carrotanques para suplir la ausencia de agua; no obstante, se resaltó que aunque útil, el apoyo no minimiza la afectación, pues son 1.300 suscriptores a Acuaricaurte, familias numerosas que podrían alcanzar las cinco mil personas.

Frente a la situación, en sesión del Concejo de Ibagué el cabildante Lisandro Trujillo llamó la atención a Cortolima, pues indicó que, “Hay maquinaria rompiendo y derrumbando la cañada y Cortolima no se hace presente por esos lados, ni Secretaría de Gobierno, ni de Gestión del Riesgo (...) El llamado a Cortolima para que se ponga la ‘camisa’ por las comunas 12 y 13, porque no se ha tenido algo concreto y ellos tienen conocimiento”, denunció el corporado. 

La afectación en el campo

Las fuertes lluvias tampoco le dan tregua a la zona rural en la capital tolimense, situación que preocupa aún más, luego de que el Ideam advirtiera que las precipitaciones de la primera temporada de lluvias de este año se proyectan hasta mediados de junio. 

Hace unos días la comunidad de la vereda San Cayetano parte alta del corregimiento 12 San Bernardo alertó de las complejas situaciones que tenían para movilizarse por las grandes afectaciones de los corredores, el problema también se traslada al corregimiento 17 en la vereda Charco Rico en donde la comunidad ha tenido que mover sus vehículos con ayuda de cuerdas y palas, pues los carros se han quedado enterrados en los inestables caminos de lodo.

A través de redes sociales, Adriano Vargas, residente en este sector, mostró las ‘maromas’ que debe hacer la comunidad para desplazarse entre la vía Boquerón y Charco Rico y sacar sus productos. 

La Secretaria de Desarrollo Rural Soledad Orozco, hizo un recuento de las afectaciones por las precipitaciones y aseguró que en algunos puntos ya se logró llegar con maquinaría, “hemos tenido afectaciones en corredores viales como en el corregimiento 17, en San Francisco parte baja, alta y Charco Rico estamos interviniendo con maquinaria para poder remover los derrumbes, ya se habilitó la vía a El Tejar también del corregimiento 17 que sufrió un deslizamiento de tierra de gran magnitud que estaba tapando completamente este corredor”, dijo.

La funcionaria aseguró que también se trabaja en la vereda San Simón en el corregimiento Tres debido al colapso de una alcantarilla. 

En San Bernardo también se mencionó las dificultades en la vía que comunica con San Juan de la China y el sector de San Cayetano en donde se dijo que también trasladarían maquinaria. 

Dato

Las afectaciones en la zona rural se registran en varios corregimientos de la ciudad a donde se espera llegar a atender con maquinaria.

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