La solicitud la había hecho el contratista, el consorcio Ibagué Raquetas, desde noviembre del 2021, quien además pidió una prórroga de 90 días que también fue autorizada, argumentando cambios en los diseños iniciales, reajustes de precio de los aceros, reestructuraciones técnicas, así como contratiempos en el terreno donde tenía lugar la obra.

Actualmente se han hecho dos pagos parciales al contratista; uno de $4.180 millones y otro por $2.923 millones para un total de $7.103 millones y dejando un saldo pendiente de $1.524 millones por pagar de lo que se pactó de forma inicial. 

Con esta nueva adición el complejo de raquetas pasará a costar $12.943 millones.

Con prórroga está previsto que el contrato se desarrolle en un periodo de 9 meses y que se entregue finalmente al Municipio a mediados de este 2022. 

Los argumentos del contratista

En un extenso informe,  el consorcio señaló que se pidió el cambio de una cancha sintética a polvo de ladrillo, además se solicitó construir otra cancha adicional. La decisión se habría tomado según las recomendaciones de la Liga de Tenis del Tolima, quien sugirió el ajuste con la necesidad de que el escenario pudiera albergar competencias de índole nacional e internacional.

Inicialmente se pactó la ejecución de una cancha principal y tres auxiliares, pero se pasó a entregar un total de cinco, esto también habría generado ítems no previstos, situación que obligó a reajustar precios, tiempo y actividades. 

Además también se hizo la instalación de acero estructural con acabado en anticorrosivo, se reajustó el valor de este material y se hicieron efectivas algunas observaciones frente al muro de contención en el edificio de Squash y en el diseño de desagües.

En el lugar también se tuvo que hacer demoliciones de rocas de gran tamaño y de estructuras en asfalto y concreto armado que ya estaban en el terreno como pilotes, zapatas, vigas y carpeta asfáltica.