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Con los más recientes aguaceros que se registraron en Ibagué, los pasillos del Coliseo de Combate ubicado en la calle 42 con Ferrocarril, donde están las piscinas olímpicas, se vieron irrumpidos por las aguas lluvias que no tienen desagüe por el cual circular.
Así lo denunciaron los padres de familia de algunos estudiantes que practican desde aproximadamente un año hapkido y gimnasia en el escenario.
Pues, están preocupados por las aparentes inconsistencias de la infraestructura que les ha pausado el entreno, se han mojado los elementos que usan, caso particular el de las colchonetas donde su material se ha debilitado y algunas tienen mal olor debido a que absorbieron las aguas escorrentías.
“Muchos de los que entrenan acá se han visto perjudicados y preocupa porque se esperaba algo mejor al haber quedado una construcción de una magnitud tan grande, con tanto dinero invertido, siendo nuevas y en esas condiciones; lo pone a uno pensativo, qué pasó aquí, no hubo una interventoría, una Contraloría, no previeron” expresó un acudiente.
Al parecer, las inundaciones se originan por falta de bajantes, canales, la insuficiencia de los sifones y el piso tiene un desnivel que ocasiona que el líquido proveniente de la calle como del techo se vaya hacia la parte interna del escenario.
El 19 de octubre, que se registró el torrencial aguacero, varios niños estaban entrenando pero debieron suspender la práctica para sacar el agua con la ayuda de escobas, porque ya llegaban al sótano, sin embargo, desistieron de tal actividad y prefirieron resguardarse al ver que los sifones no daban abasto.
Por otro lado, hace varios meses les habían pedido a los deportistas desalojar el escenario, pero pudieron llegar a un acuerdo y al parecer el primero de noviembre le entregan los salones a los de gimnasia, boxeo y karate.
Al parecer, lo que les ha comentado el gerente del Imdri, Juan Carlos Guzmán, a los padres, la situación se debe a una falla en los diseños. Esta redacción intentó comunicarse con el funcionario pero no hubo respuesta.
Errores anunciados
Esta redacción, el 7 de agosto del presente año, compartió el reporte de la Contraloría General de la República con el que se comprobaba la existencia de deficiencias en la ejecución del Contrato de Obra 223 de 2019, el cual fue suscrito por el Imdri.
Entre los errores que plasmaron en el informe, salió a relucir el encharcamiento de agua en las graderías y las bancas de concreto exteriores que están ubicadas a los alrededores del complejo deportivo.
También se identificaron goteras internas en siete sitios diferentes de la cubierta, ubicadas en la liga de lucha, liga de karate, costado norte de columnas y las restantes, en el salón de combate, goteras que caen sobre la losa interna del Coliseo.
Dentro de sus argumentos, el ente de control destacó que la mayoría de falencias que están plasmadas a los alrededores del complejo deportivo afectan la accesibilidad al mismo, puesto que representan un riesgo para quienes vienen a hacer uso del espacio.
En el escenario se hizo una inversión que alcanzó los $22.295 millones. Además, la obra tardó más de dos años en estar lista, tras enfrentar sucesos como la pandemia, el paro nacional y la ausencia de algunos detalles en los diseños.
Los deportistas esperan que las colchonetas escurran las aguas lluvias para continuar con su entrenamiento.
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