Eutanasia: el cielo es el límite

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
El fin voluntario de la vida a personas con enfermedades terminales o dolores incurables ha sido un tema recurrente en el mundo con implicaciones legales, médicas, éticas y morales.

El impacto mediático que ha tenido el caso de Ángel Hernández, quien desafío a la ley española al ayudarle a morir a su esposa María José Carrasco tras tres décadas de sufrimiento por una esclerosis múltiple, ha puesto en el centro del debate el sensible y controversial tema de la eutanasia y su despenalización en el mundo.

Hernández, quien “le prestó sus manos” a su esposa de 61 años para que dejara de sufrir suministrándole una letal dosis de pentobarbital sódico, asumió su culpa en varios videos.

Fue detenido y puesto en libertad, mientras afronta una causa judicial que podría costarle entre 6 meses y dos años de cárcel.

Su historia no solo ha conmovido a los españoles, también ha provocado una generalizada indignación popular en un país donde la eutanasia, pese a que es un tema de debate recurrente, está penalizada.

A diferencia de España, la eutanasia activa (llevada a cabo por una persona que no es el enfermo) y el suicidio asistido (la propia persona efectúa la acción y es médicamente asistida) es legal en Holanda (país pionero), Suiza, Bélgica, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Canadá, Colombia, en el estado de Victoria de Australia y en siete estados de Estados Unidos.

 

Un debate de vieja data

Desde el punto de vista de Jaime Arrubla, exmagistrado y expresidente de la Corte Suprema de Justicia, lo que pasó en España es el mismo debate que tiene enfrascada a la humanidad desde hace varias décadas nuevamente.

Arrubla habla con propiedad del tema, ya que padeció en carne propia este drama, ya que durante 15 años su esposa Consuelo Devis permaneció en estado de coma antes de fallecer en 2011, e inspiró una Ley en 2014 que fija la obligación de prestarles “servicios de cuidados paliativos” a los pacientes terminales en el país.

El exmagistrado califica la Ley “Consuelo Devis”, que él mismo impulsó al afrontar esta dura experiencia familiar, como un avance, lo mismo que el protocolo del Gobierno.

“Primero que no había reglamentación y los médicos podían incurrir en homicidio. Ahora, con el protocolo del Ministerio de Salud hay más tranquilidad en el tema. Pero es engorroso e interviene mucha gente, lo que hace difícil su práctica”, explica.

En ese orden de ideas, dice que con la Ley de Cuidados Paliativos, el paciente tiene derecho a rechazar todos esos procedimientos médicos inconducentes.

“Con el protocolo, cuando es terminal, puede pedir no solo la desconexión, sino la ayuda para el buen morir”, aclara el experto.

 

Voluntad de morir

Para el doctor Omar Gómez, director de la Clínica del Dolor de la Fundación Cardiovascular - Hospital Internacional de Colombia (FCV-HIC), cuando se analizan las estadísticas a nivel mundial, las personas que han solicitado la eutanasia en Estados Unidos, Holanda, Bélgica o Suiza, en un 70% ha sido debido al dolor.

En tanto, el 20% lo hacen por el temor real o potencial de ser una carga para sus familias y el 10% por otras causas, precisa el especialista.

¿Y qué respuesta hay desde los servicios médicos ante esas circunstancias?

Básicamente es cuidado paliativo o alivio del dolor, responde el doctor Gómez. En el caso de España, menciona que es un país que todavía no lo ha legalizado, ante la renuencia del Senado, ya que muchos españoles no pueden acceder al cuidado paliativo, ya sea porque viven en lugares de difícil acceso o no tienen condiciones para contar con este servicio.

Otro aspecto a tener en cuenta, agrega el profesional, es que el cuidado paliativo necesita médicos entrenados. En Colombia, calcula que hay 45 facultades de Medicina y solo cinco incluyen programas de entrenamiento de cuidado paliativo.

Esto quiere decir que el 99% de los médicos colombianos nunca han aprendido a tratar un dolor, que sigue siendo la primera causa de eutanasia.

Igualmente el director de la Clínica del Dolor de la FCV-HIC identifica que no hay especialistas suficientes, refiriéndose a que el año pasado, por ejemplo, unas 300 mil personas debieron recibir cuidado paliativo, sin embargo, la capacidad instalada del país no podía atender más de 25 mil personas.

Si bien en España la situación es menos grave que en Colombia, el especialista estima que cerca del 50% de los pacientes podría quedar sin cuidado paliativo.

 

Destacado

Colombia es el único país de América Latina que cuenta con un procedimiento establecido para la eutanasia en adultos y menores de edad.

 

Destacado

A partir del 20 de abril de 2015 fue reglamentada la práctica de la eutanasia en Colombia.

Credito
ÁNGELA CASTRO ARIZA

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