Diana Crouch es una madre de 28 años que vivió una experiencia digna de película, luego de atravesar por un calvario, luchar por su vida y por la del bebé que estaba a punto de tener.

Como es común en el cine, existen películas que cuentan milagros asombrosos, historias que inspiran y llenan de esperanza al mundo, y esta es una de esas, pero sucedida en la vida real, en Texas (Estados Unidos).

La joven fue diagnosticada con Covid-19 a inicios de agosto, con solo 18 semanas de embarazo, y dos días después tuvo que ser internada en el Texas Children’s Hospital por un grave cuadro de neumonía, al punto de sedarla y ponerle ventilador.

Allí estuvo por 17 días en los que tuvo que dejar a su esposo y dos hijos más, mientras batallaba con vencer el padecimiento por ella y el bebé que llevaba en el vientre. El doctor Cameron Dezfulian, director médico de atención de pacientes con enfermedades cardíacas congénitas, inició terapia ‘ECMO’ para ayudar al desarrollo del bebé.

Por su parte, el esposo de la joven reiteró que quería salvar la vida tanto de Diana como del bebé. “Definitivamente fue lo más difícil que he tenido que hacer, porque una decisión podría ser fatal si no tomo la decisión correcta. Pero no tengo mucho tiempo para tomar estas decisiones”, dijo el hombre a la abc13.

Más adelante, a las 25 semanas de embarazo, la madre sufrió la peor parte: tres derrames cerebrales y ataque cardiaco el mismo día e incluso, tuvo convulsiones.

“Recuerdo que entré y (Chris) dijo: ‘Sé que esto va a estar bien, Dios me ha dicho que esto va a estar bien'. Él dijo: ‘Vamos a tener una gran historia que contar cuando esto termine’. Tenía razón. Es una gran historia para contar. Creo que él dijo eso y lo seguro que estaba de eso me aseguró, porque en realidad, como médico, no tenía ningún tipo de confianza”, explicó el doctor Cameron Dezfulian.

Finalmente, a las 31 semanas, Diana tuvo un parto de emergencia luego de que uno de sus pulmones colapsara; el 23 de diciembre fue dada de alta y retornó a casa con el recién nacido a quien nombraron Cameron, en honor al doctor.

“Dios me abrazó muy fuerte. No fue posible sin él. Mi hijo también es un milagro. No sé cómo lo superó también”, expresó la joven.