Sí hay diferencias

No obstante que los dos son de la misma estirpe del Establecimiento, aunque con distintos ancestros, hay marcadas diferencias entre los candidatos a la Presidencia de Colombia: Juan Manuel Santos y Óscar Iván Zuluaga. Diferencias de talante y de concepción del Estado.

El primero está formado en una ideología liberal, democrática y ajena a los prejuicios del conservadurismo a ultranza. El segundo es taimado, con rostro de desprendimiento simulado, proclive al culto a la personalidad y al paternalismo misericordioso. El primero habla de la paz como derecho fundamental, con reconocimiento del conflicto armado que ha padecido Colombia, así como de sus actores y las víctimas que ha dejado, articulado a una justicia transicional que facilite la salida esperada.

El segundo invoca la justicia, pero en términos especulativos y a la vez abstractos. El primero acepta reformas que recorten la brecha de la desigualdad, en beneficio de los sectores que han sufrido la mayor desprotección. El segundo se inclina por la preservación de privilegios que han fomentado la concentración de la riqueza y la exclusión.

El primero está de parte de una reforma agraria que ponga al campo en la prosperidad productiva pero con redistribución del ingreso. El segundo tiene una visión todavía feudal de la propiedad de la tierra. Santos es tolerante y admite la controversia. A Zuluaga lo crispa la crítica y descalifica al contendor como mecanismo defensivo.

Santos, que fue ministro de Uribe, decidió romper con las políticas de su gobierno que iban en contravía del interés nacional, mientras que Zuluaga, quien también fue ministro, prefiere quedarse con ese legado y defenderlo con devoción dogmática y obsecuente. Mientras Santos recompone las relaciones con los vecinos y quita asperezas al trato a Venezuela, Zuluaga hace el juego a la discordia bajo la influencia de Uribe.

Sin duda, son dos estilos diferentes, dos visiones que se apartan. No son lo mismo politicamente. El acento burgués de Santos es más civilizado y asume la vida con variables, en tanto que Zuluaga se quedó anclado en principios rígidos que no admiten cambios. Está demostrado en las intenciones de uno y otro respecto a los grupos al margen de la ley. Santos busca erradicarlos, mientras Zuluaga preferería una opción impredecible.

En cuanto a los asuntos fronterizos las diferencias son mucho más visibles. En tanto que Santos promueve la cooperación y el respeto a la soberanía de cada nación, a Zuluaga lo tienta la confrontación por las diferencias que puedan existir.

Y hay que tomar en cuenta lo que uno y otro representan para la democracia. Amarrado a la derecha basada en el recurso de la fuerza y el recorte a las libertades, Zuluaga tiende al totalitarismo, en tanto que Santos es la apertura al entendimiento. Tales son las cartas de uno y otro. La conclusón es que el voto de los ciudadanos de Colombia se lo merece Santos. Es la opción democrática.

Puntada

Hoy la decisión debe ser votar y hay que hacerlo tomando en cuenta el futuro del país. La paz o la prolongación de las violencia que han desangrado a Colombia.

Credito
CICERÓN FLÓREZ MOYA

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