Sobre el tema habló, la intendente Sandra Patricia Calderón, quien contó que recientemente recuperaron un grupo de aves valoradas en $12 millones.

“Cuando nosotros llegamos, les habían cortado el plumaje de las alas a las guacamayas para que no prendieran vuelo y los loritos estaban enjaulados”, describió la intendente.

Precisó que este tipo de hechos, es considerado maltrato ambiental debido a que se extraen de su hábitat para terminar dejándolos en cautiverio, todo por complacer un gusto del ser humano.

“Carmen de Apicalá tiene una problemática seria en cuanto al cautiverio de especies silvestres, hay partes en los que tienen pumas y tigrillos.

“Las personas dicen que los mantienen bien, pero no se les da el alimento indicado”, contó Calderón.

Otras poblaciones en donde se registra tráfico ilegal de fauna son Icononzo, Mariquita y Prado, debido a que son zonas turísticas y tienen fama de ser lugares en los que se puede adquirir aves como guacamayas.

La intendente precisó que con el nuevo Código de Policía tienen la facultad de ingresar a un lugar en donde se esté cometiendo este tipo de infracciones.

Del mismo modo, “incautar las especies y posteriormente adelantar una sanción disciplinaria con Cortolima. Anteriormente, teníamos que esperar la autorización de la persona para ingresar al sitio”, precisó la intendente.

Finalmente, recordó que este tipo de prácticas está causando un daño irreparable en la fauna.

Cifra

$12 millones es el valor ecológico de dos guacamayas, dos loros y un perico.