El presidente del Consejo Gremial Nacional, CGN, Santiago Montenegro, aseguró que el sector empresarial no se opone a la reforma tributaria que se tramita actualmente en el Congreso de la República, pero deben abordarse temas estructurales en pro de la competitividad.

“Creemos que el proyecto de reforma tributaria es susceptible de mejora. Aún hay tiempo de hacer ajustes, hay aspectos en materia de régimen sancionatorio y de procedimiento que deben ajustarse”, dijo Montenegro.

Según explicó el presidente del CGN, entre las principales preocupaciones del sector están los impuestos de renta, dividendos, régimen sancionatorio y las declaraciones, modificaciones que, considera, afectarían la competitividad del país.

Para los empresarios, la reducción en los impuestos es necesaria para aumentar la inversión privada nacional y extranjera, fortalecer el crecimiento de la economía, que viene en un proceso de desaceleración, y garantizar la estabilidad de las finanzas públicas.

“El Banco de la República prevé bajo crecimiento de la economía, y por eso la reforma tributaria debe impulsarla, la reforma es importante para la inversión. El incremento de la renta presuntiva preocupa al sector empresarial. Afecta proyectos de tardío rendimiento y altas inversiones”, agregó el directivo.

Según Montenegro, de seguir la reforma como se está tramitando, en renta las empresas en Colombia llegarán a pagar un 43%, mientras que la tributación en Chile y Perú está alrededor del 25% y sus economías están creciendo.

“Perú está creciendo al 4,5%, ha mandado las señales correctas a los inversionistas. Colombia debe ver estos modelos”, indicó.

Para el dirigente gremial, si no se corrigen estos problemas, será necesario presentar una nueva reforma tributaria en, al menos, dos años.

Finalmente, Montenegro sostuvo que la reforma tributaria da pasos importantes para penalizar la evasión de impuestos, y considera que la implementación del monotributo es una buena vía para fortalecer la seguridad social en el país.

Transición rápida

Montenegro considera que la tarifa de renta para las empresas debe tener una transición más rápida.

Si bien la reforma tributaria baja la tasa de renta de 40% a 33%, lo hace en tres años, por lo que los empresarios piden que sea más ágil. Sin embargo, el dirigente gremial destacó elementos del proyecto que cursa en el Congreso, como es el caso del monotributo y la facturación electrónica.

También considera que el proyecto es estructural, aunque tiene reparos con el impuesto a los dividendos a personas naturales.

“Ya cedimos en que se aumente un punto al impuesto de renta de 32% a 33%, pero queremos que se acelere la transición, para atraer inversiones del extranjero”, agrega Montenegro.