En 1970, a diferencia de los desarrollados el año anterior, los Juegos Nacionales dejaron para el Tolima, y especialmente su capital, una envidiable infraestructura deportiva y, además, un vallecaucano que terminó marcando huellas imborrables en la natación de la ‘Tierra Firme’.

Se trató de Armando Silva Gómez, quien falleció el pasado domingo en la ‘Ciudad Musical’, donde por más de 40 años se encargó de formar destacados atletas, especialmente en la disciplina de saltos ornamentales.

Uno de ellos, el internacional Eber Pava, quien ha recorrido casi todo el planeta realizando saltos de altura junto con el campeón mundial Orlando Duque, tras las enseñanzas del desaparecido maestro, quien se enamoró tanto de Ibagué, que nunca quiso marcharse.

“Pasó a la eternidad mi entrenador y amigo, quien aunque era del Valle, siempre su corazón fue ‘Pijao’. Paz en la tumba de este gran ser humano que formó a grandes deportistas y que tantas alegrías le dio al Tolima.

Gracias por tus enseñanzas y por llevarme a ser uno de los más importantes clavadistas de Colombia y el mundo. Dios te guarde. Te extrañaremos”, escribió su pupilo a través de redes sociales.

“Entregó todo por esta Región”

Otra persona que lo conoció muy bien fue Argemino González, director técnico del club Tiburones, en la modalidad de natación carreras.

“Él llegó acá muy joven como entrenador de natación, polo acuático y clavados. Considero que fue el padre fundador de los saltos ornamentales en el Tolima. Eso lo dice todo sobre su carrera. Por sus manos pasaron medallistas nacionales, suramericanos y centroamericanos.

Cuando decidió quedarse en Ibagué cayó muy bien porque era muy simpático. Era un salsero tremendo, con una energía especial y bastante coqueto con las mujeres. Era de un gran ambiente y fue acá donde echó raíces y dejó un legado difícil de igualar o superar, pues lo entregó todo por esta Región”, puntualizó ‘Archi’.

Última entrevista

En agosto de 2015, EL NUEVO DÍA entrevistó a Armando Silva poco antes de sufrir una aneurisma, respecto a su labor como entrenador de nadadores en situación de discapacidad cognitiva.

“Es una labor muy bonita, aunque no es fácil trabajar con chicos que tienen parálisis cerebral. Se requiere un conocimiento especial para hacerlo”, sostuvo el ‘profe’, quien se especializó sobre este tema en el exterior.

“Aprovechando una visita a México hace varios años para un curso sobre clavados, que es mi especialidad en la natación, tuve el placer de hacer parte de una capacitación sobre manejo deportivo con atletas especiales”, contó.

Y agregó: “Me interesó mucho, debido a que una hija mía es autista. Fue una experiencia muy valiosa, y ojalá acá en Colombia se hagan también ese tipo de eventos, porque ellos deben tener un lugar importante en nuestra sociedad”.