Un niño de 12 años resultó herido al pisar una mina antipersonal en una zona rural del municipio de Tumaco, en el departamento de Nariño, informaron este sábado las autoridades.

El capitán Juan Pablo Gómez, de la Compañía de Erradicación de Cultivos Ilícitos de la Policía Antinarcóticos, señaló que un grupo de uniformados encontró al joven momentos después de que pisara la mina.

“Una vez estabilizado este menor fue evacuado en uno de los helicópteros de la Policía”, añadió.

La Fuerza Aérea explicó que el joven fue llevado en una aeronave medicalizada del Comando Aéreo de Transporte Militar hasta Cali debido a las lesiones que presentaba, allí fue internado en el Hospital Universitario Fundación Valle del Lili.

“Gracias a la oportuna gestión del Comando Aéreo de Combate No.7, con el Centro Nacional de Recuperación de Personal -CNRP-, se realiza la coordinación de la aeronave medicalizada del Comando Aéreo de Transporte Militar, para la evacuación en una operación nocturna.

Frente a lo ocurrido, la vicepresidenta colombiana, Marta Lucía Ramírez aseguró que “es absolutamente aterrador que nuestros niños sufran todo tipo de violencia”.

“Esas minas antipersonales que colocan los exmiembros de las FARC, desmovilizados que se retiraron desafortunadamente del proceso, del acuerdo de paz, pues son gente que hoy está dedicada al narcotráfico”, aseveró la vicepresidenta.

Entre tanto, la oficina del Alto Comisionado para la Paz lamentó que “en Colombia sigan ocurriendo accidentes de Minas Antipersonal, como los hechos ocurridos ayer en Tumaco”.

“Nos solidarizamos con el menor de 12 años víctima de esta situación y su familia, y exigimos a los grupos armados ilegales cesar el uso e instalación de minas antipersonal en el territorio colombiano”, señaló la entidad gubernamental en Twitter.

Según un informe del Ministerio de Defensa, desde 2004 las minas antipersonales han afectado en el país a 12.785 personas entre civiles y militares, de los cuales 3.431 han sido asesinados y 9.354 han resultado heridos.

Tumaco es una de las zonas más convulsas del país, donde disidencias de las FARC, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y bandas criminales intentan establecer su dominio para controlar las siembras y producción de coca, el tráfico de drogas y la minería ilegal.