Bifurcar la crítica política
Por los mensajes recibidos y los animados diálogos presenciales sobre lo planteado en mis últimos artículos, especialmente los que se ocupan del rumbo que lleva el Tolima, considero conveniente hacer algunas precisiones o ampliaciones imbuidas por una premisa que, pese a su elemental lógica, siempre se evade o brilla por su ausencia en la retórica electoral que, como dijera en aquellos textos, es una verbosidad refrita, casuista e insulsa que no expresa legítimas y renovadoras concepciones políticas que legitimen las aspiraciones electorales. “Mientras no cambiemos los paradigmas o la mentalidad, el rumbo tolimense no cambiara”; esta es la premisa, por todos sabida, por muchos citada y convertida en letra muerta porque no somos consecuentes y, así, la decadencia del Tolima tendrá que continuar.