Los siete acuerdos

César Picón

La Administración Municipal radicó el Plan de Desarrollo del presente cuatrienio, que despliega conceptualmente en “7 acuerdos” y concretamente en decenas de programas con metas de producto. Después de una revisión muy preliminar del extenso documento, voy con algunos comentarios.
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Lo primero es la interesante propuesta de formular el primer plan parcial público de la ciudad, que sería diseñado sobre terrenos de propiedad del municipio, probablemente (no se especifica) en el lote de 70 hectáreas adquirido por la Administración Jaramillo, ubicado a un costado de la vía que conduce a Perales. El propósito del proyecto, según el Plan, es habilitar tierra para vivienda de interés social, prioritario y espacios públicos integrales, justificado en que hasta la fecha todos los planes parciales que se han aprobado en Ibagué son de particulares y en terrenos privados. 

La apuesta parece razonable por el déficit de vivienda que persiste en la ciudad, pero plantea la enorme inquietud acerca de cómo se desarrollará una vez sea aprobado, cosa que debe discutirse en el Concejo Municipal durante los debates de aprobación del Plan de Desarrollo. La Administración debe aclarar si ese primer “Plan Parcial Publico” tiene el propósito de ser vendido a desarrolladores de vivienda para que ellos promuevan sus proyectos y los comercialicen bajo normales condiciones de mercado o, por el contrario, será destinado a otorgar un subsidio complementario en especie a los futuros compradores de vivienda. 

Esta precisión es supremamente relevante, no solo porque los planes parciales existentes (privados) ya están ofertando viviendas de interés social y prioritario, sino porque se requiere conocer si el objetivo es crear una unidad de negocio para la Administración o proyectar una solución para quienes aún no les alcanza para adquirir vivienda social o prioritaria.

Por otra parte, el documento enuncia varios proyectos prioritarios de infraestructura vial, pero no precisa su realización, mejor dicho, deja los temas en remojo. En uno de los programas establece, “Proyección vial de la calle 103 entre la avenida el Jordán y la Avenida Mirolindo”, pero en las metas de producto no define el alcance ni cuantos kilómetros construirán.  

Dentro de las metas proyectadas habla de la construcción de 4 nuevos puentes vehiculares en la zona urbana, pero aparte de mencionar el que se debe construir en la transversal 94, no se sabe cuáles serían los otros tres. Así mismo, establece la realización de estudios y diseños de tres proyectos para la modernización del transporte en la zona urbana, pero no enuncia cuales son, ojalá se trate de las intersecciones de las glorietas de Mirolindo, Éxito, la conexión de la Pedro Tafur con la vía al Aeropuerto, u otras que puedan ayudar a resolver estructuralmente el caos en la movilidad. Que tal que reaparezca el “Musicable”.

Por último, en los debates debería solicitarse a la Administración aumentar las metas enfocadas al desarrollo rural. En placa huella se fueron por lo bajito estableciendo solo construir 4.500 metros de placa huella, que no equivale ni al 0,1% del total de la red vial terciaria. En materia de cofinanciación de proyectos de jóvenes y mujeres rurales solo proyectan 4 emprendimientos, y por ningún lado aparece la pavimentación y adecuación de centros poblados. 

Quedan algunas semanas para analizar y nutrir el documento guía del desarrollo de la ciudad, ojalá que salga algo mucho mejor.

 

César Picón

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