Allí donde menos la esperamos
Ni el más fanático jurista de toda la península ibérica contaba con el revuelo literario que provocaría la primera sentencia de este año que saldría de las dependencias civiles de la Audiencia Provincial de Valencia (con identificador SAP V 1/2024, para los lectores curiosos), el equivalente español de nuestros Tribunales Superiores criollos.