A falta de 50 días

Miseria, pobreza, desempleo, problemas de infraestructura, educación y cultura parecen preocupaciones de otras regiones y propuestas para otras ciudades.

Algo va del timbo al tambo y muchas son las propuestas que se agitan en otras latitudes respecto de las próximas jornadas electorales, en contraste con la parquedad y limitación de las conocidas en estas coordenadas.

En Bogotá, para no ir más lejos, a más de 11 candidatos con laureadas hojas de vida, algunas con irrebatible experiencia en las lides, el elector se debate entre multitud de enfoques, propuestas y programas.

En Barranquilla se promueve la continuación de una exitosa experiencia que ha sacado del marasmo y politiquería a la “arenosa” y la ha proyectado en la senda del progreso.

En Antioquia, para comenzar, están dispuestos a salir adelante con el proyecto de Autopistas de la Montaña y hacen caso omiso de la duda del Gobierno central y del incremento en el costo de la obra, que ya sobrepasa los 15 billones de pesos.

En tanto en la región tolimense y su capital sólo se oye críticas a los gobiernos de los últimos lustros, a la cercanía de los actuales mandatarios con algunas candidaturas y a censuras a la corrupción, pero de propuestas, proyectos, visiones e ideas el común denominador es la escasez.

Y no es que estén solucionados los problemas o se encuentren en marcha programas para conjurarlos pues, si se quiere, la más trascendente de las gestiones actuales, como es la Consolidación del Sur, sólo críticas recibe, en lugar de compromisos para su continuación y complementación.

Uno habla de hacer un tanque para almacenar el agua, el otro propone (por cuarta vez) resucitar el proyecto de frutas del Guamo, hay quien habla de que ahora sí el turismo y el de más allá se lamenta de los programas de riego de mediados del siglo pasado sin avizorar el futuro.

Miseria, pobreza, desempleo, problemas de infraestructura, educación y cultura parecen preocupaciones de otras regiones y propuestas para otras ciudades.

Tan árido paisaje reclama inmediata modificación, pues el elector debe estar ávido de oír a quien le convenza para acudir a las urnas y no tener que ejercer su derecho votando en blanco.

EL NUEVO DÍA

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