Editorial: El gigante herido

Sobre el oscuro personaje se podría escribir un libro que incluiría el hecho de estar casado con una modelo y reina de belleza (47 años menor que él) que se trata de un político carente en absoluto de carisma y que inmediatamente se hizo al cargo modificó el gabinete reduciéndolo de 32 a 20 miembros en el que no incluyó a ninguna mujer y en el que dio cabida a 10 partidos.

Los acontecimientos políticos en Brasil han ido desenvolviendo en forma vertiginosa. El resultado ha sido la separación del cargo por 180 días de la Presidenta Dilma Rousseff, tras una batalla en el senado que dejó tendido en el campo al presidente del Congreso, Eduardo Cunha; sacó del gobierno del país más grande de América del Sur al Partido de los Trabajadores PT, tras 12 años en el poder; puso a prueba las instituciones, obligó a intervenir a la Corte Suprema y mostró la debilidad de quien se suponía imbatible políticamente: Lula Da Silva.

Lo que se suponía iba a ser la coronación de Brasil como una potencia mundial ha ido convirtiéndose en una debacle. Al deterioro de la situación social y económica no lo ha detenido siquiera el hecho de haber tenido la sede del Campeonato Mundial de Fútbol (con dolorosa derrota de por medio) ni los próximos Juegos Olímpicos que es de esperar que no terminen convertidos en una pesadilla.

La economía, que se suponía marchaba a pleno vapor se ha visto afectada por numerosos y cuantiosos escándalos en la compañía insignia del país, Petrobras, así como en gigantes como Odebrecht, cuyo presidente fue encarcelado. Por cierto, esta última que tiene varios intereses en Colombia ha tenido que resignarse a perder el liderazgo en el contrato de afectación del río Magdalena, ante la imposibilidad de conseguir la cuantiosa financiación del proyecto.

En cuanto a Petrobras se han conocido manejos irregulares, con coimas y favorecimientos, que superan los dos millardos de dólares, en los que, paradójicamente, están involucrados varios de los legisladores que optaron por la separación temporal del cargo de la Presidenta, mientras a ella se le acusa de haber permitido la manipulación de los estados financieros del país para matizar el tamaño de la crisis y poder optar por la reelección.

A la cabeza de los escándalos de Lava Jato y Petrobras está nada menos que el vicepresidente Michel Temer, fórmula electoral y socio político de Dilma durante seis años y que fue uno de los artífices de la defenestración de la Presidenta.

Sobre el oscuro personaje se podría escribir un libro que incluiría el hecho de estar casado con una modelo y reina de belleza (47 años menor que él) que se trata de un político carente en absoluto de carisma y que inmediatamente se hizo al cargo modificó el gabinete reduciéndolo de 32 a 20 miembros en el que no incluyó a ninguna mujer y en el que dio cabida a 10 partidos con la sola excepción del PT.

Se calcula que la recesión económica estará por el orden del 3.8 por ciento con perspectivas igual de sombrías para 2017.

Lo que sin duda habrá será una tremenda batalla política en la que saldrán a relucir intereses de toda índole. Al PT le interesa que haya elecciones anticipadas antes de noviembre, pues de no ser así, Temer tendría la posibilidad de concluir el actual período que termina en 2019.

Lula está debilitado y en la penumbra comienza a sonar un nombre: Ciro Gomes. En tanto, toda América del Sur estará en vilo y los mercados internacionales poco podrán hacer para calmar los nervios.

REDACCIÓN EDITORIAL

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