Editorial : ¿Quién es Haití?

Pero como si fuera poco, líderes en carrera presidencial de una potencia mundial como Donald Trump y Hillary Clinton, no hicieron mención de lo ocurrido, ni expresaron su voluntad, ni apoyo al pueblo haitiano en el bochornoso debate presidencial pasado.

Ya han pasado más de 13 días desde que Mattew pasó de ser una simple tormenta tropical al huracán más fuerte y devastador que ha afectado el área del caribe desde el Huracán Felix en el año 2007. Su coletazo ha llegado a más de ocho países, incluido el nuestro, en donde en el municipio de Uribia en la península de la Guajira, un hombre de 67 años fue arrastrado por un arroyo en medio de una corriente de aire y murió.

Estados Unidos, Jamaica, Cuba, República Dominicana, Colombia, Venezuela, Curazao, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y Haití, fueron los lugares impactados por Mattew. Sin ninguna duda, este último ha sido el de mayor número de víctimas y afectaciones. Hasta el pasado domingo se habían reportado más de 1000 muertos a causa del paso de este huracán, sumándose a las más de 300 mil víctimas mortales y los más de un millón de damnificados que dejó el fuerte terremoto del 2010 en ese país.

Hoy Haití, país con la renta per cápita más baja de todo el hemisferio occidental y considerado como el más pobre de toda América, sufre nuevamente la inclemencia de un fenómeno natural que lo deja al borde del colapso. Al hambre y a las distintas enfermedades que vive a diario el pueblo haitiano, como el cólera, nuevamente aparece el luto y la desesperanza de quienes perdieron lo poco que tenían. Pareciera que la parca andara con su guadaña podando lo poco que queda de Haití.

Se estima que 1.4 millones de haitianos necesitan nuevamente hoy la solidaridad del mundo, y aunque de a poco han empezado a llegar las ayudas internacionales, pareciera que el paso de Matthew hubiese sido registrado como un suceso normal al que ya estamos acostumbrados, como si con las miradas que se pusieron en el 2010, hubiéramos cumplido con la cuota de solidaridad con ellos.

No hay agua potable, no hay electricidad, no hay alimentos y las carreteras están destruidas, y a muchos pareciera no interesarles. La solidaridad en redes sociales que se ha visto en sucesos de tragedias mundiales anteriores no se ha visto con Haití. Nadie usó una banderita de Haití en su foto de perfil de Facebook, ni se crearon hashtag que lograran tendencias de solidaridad en Twitter. Pero como si fuera poco, líderes en carrera presidencial de una potencia mundial como Donald Trump y Hillary Clinton, no hicieron mención de lo ocurrido, ni expresaron su voluntad, ni apoyo al pueblo haitiano en el bochornoso debate presidencial pasado. 

Hoy sería bueno preguntar ¿Quién es Haití?

EL NUEVO DÍA IBAGUÉ

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