Un peligroso “juego” sexual

El juego de la ruleta sexual, el muelle, o como lo quieran llamar, además de la alerta a las autoridades correspondientes, deberá también enviar un llamado de atención a maestros y padres de familia y cuestionar la manera en la que se están educando los adolescentes colombianos.

Preocupación entre los padres de familia ha causado la divulgación de una práctica efectuada por algunos adolescentes en Risaralda, en donde sostienen relaciones sexuales sin protección con varias personas al tiempo, en lo que sería considerado como un nuevo “juego” al estilo de la ruleta o el popular ‘Pico de Botella’. La práctica, que ya se había hecho conocida hace tres años en Medellín, de nuevo tiene en alerta a las autoridades, quienes han tenido que atender varios casos en los que jóvenes de distintas edades, se han visto afectados de diferentes formas a causa de la mezcla de licor, sustancias alucinógenas y sexo.

Los casos reportados, principalmente en Pereira y Dosquebradas, dan cuenta de la participación de varios menores de edad, quienes se citan a través de redes sociales para luego, en fincas y lugares campestres, muy al estilo del ambiente de descontrol y lujuria del reality internacional New Jersey Shore, participar del peligroso “juego” en que quien eyacule primero pierde. Lo preocupante del tema y según lo han denunciado diarios españoles, la práctica ha trascendido hasta el Viejo Continente, y se ha hecho común entre los jóvenes de Madrid.

Además de los peligros obvios que se corren al sostener relaciones sexuales con diferentes personas y sin hacer uso del condón, son la carencia afectiva, la pérdida de valores y los modelos de referencia de diversión actual lo que debería poner en alerta a las autoridades. Casi que no haría falta decir que con el nuevo “juego”, las enfermedades de transmisión sexual, los embarazos no deseados y la mezcla de licor y drogas pueden desencadenar problemas muchos más graves.

Lo cierto es que el juego de la ruleta sexual, el muelle, o como lo quieran llamar, además de la alerta a las autoridades correspondientes, deberá también enviar un llamado de atención a maestros y padres de familia, y cuestionar la manera en la que se están educando los adolescentes colombianos. ¿Cuáles son los modelos a seguir y los ejemplos que tienen los muchachos de hoy en día? ¿Sabe usted adónde se va su hijo cuando le pide algún permiso?

REDACCIÓN EDITORIAL

Comentarios