Hay que eliminar el miedo

Las imágenes de una mujer brutalmente golpeada por su expareja, la noche del pasado 26 de diciembre, indignaron a los colombianos.

El escenario fue el parque del barrio Refugio, en Ibagué. Este fue solo uno de los casos de violencia de género que ocurren en nuestra ciudad. Según los datos oficiales, en 2023 se presentaron 1.247 denuncias de violencia contra las mujeres; más de tres casos diarios, en promedio. En los primeros días de este año se han reportado 16 denuncias.

            Como parte de una estrategia para combatir esta dramática realidad en la capital de los tolimenses, la Alcaldía de Ibagué y la Policía lanzaron la campaña “Elimina el miedo”, con la que se pretende que más mujeres denuncien las agresiones a las que son sometidas. Hay que tener en cuenta que, de acuerdo con las autoridades, existe un subregistro de los abusos, pues muchas no denuncian por razones como el temor, el desconocimiento de sus derechos o por vergüenza. “Buscamos empoderar a las mujeres y generar conciencia en toda la ciudadanía. Necesitamos que las mujeres víctimas de violencia, se atrevan a denunciar, que no se queden calladas”, fueron las palabras de la comandante de la Policía Metropolitana de Ibagué, coronel Sandra Liliana Rodríguez Castro.

El objetivo de la campaña es invitar no solo a las mujeres, sino también a aquellas personas que tengan conocimiento de estos hechos, a que los denuncien. En el caso de la joven agredida en el parque del barrio Refugio, la Policía y la Fiscalía actuaron con prontitud y lograron en pocos días la captura del agresor, quien fue llevado a prisión, en una acción digna de aplaudir, pues lastimosamente, en muchas ocasiones, las autoridades no reaccionan con igual eficacia y miles de mujeres quedan a merced de sus agresores poniendo en riesgo su vida.

            Para que más mujeres se atrevan a denunciar y a sacudirse de los abusos, es preciso que la Fiscalía y la Policía cuenten con personal entrenado en estos casos, que no revictimicen a la mujer, que gestionen adecuadamente la protección que necesitan, que no trivialicen lo que les sucede y que les den credibilidad a sus denuncias; además, que los jueces no les den casa por cárcel a los maridos maltratadores, como ya ha sucedido. Así mismo, que las personas que sean testigos de estos hechos informen a las autoridades y no normalicen estas situaciones.

 

El NUEVO DÍA

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