La “guerra de ambulancias” requiere inmediata intervención

Los más perjudicados son los ciudadanos que están en medio de la contienda, cuya integridad está en permanente peligro.

La semana pasada, en el barrio La Macarena, los tripulantes de dos ambulancias se fueron a los golpes por un paciente. Las disputas se centran en la búsqueda de los accidentados en las vías, cuya atención se paga a través del Soat. El conflicto no es nuevo, pero ha ido escalando a situaciones cada vez más alarmantes, que ponen en riesgo la vida de los pacientes que transportan y la de los demás ciudadanos.

A raíz de esta pugna, se creó el Servicio de Emergencias Médicas de Ibagué (SEMI), con el fin de organizar el servicio. Sin embargo, algunas empresas no quedaron conformes, decidieron apartarse y crear una nueva asociación, denominada CAI. Esto hace que a cualquier hora del día o de la noche los ibaguereños escuchen el ulular de tres o cuatro sirenas de ambulancias que cruzan las calles a toda velocidad para llegar primero al lugar de los accidentes. 

En diciembre del año pasado, por esta causa dos ambulancias chocaron en la carrera Cuarta con calle 10, con saldo de lesionados y cuantiosos daños en un establecimiento comercial. Al día siguiente, la Alcaldía expidió un decreto en el que se crearon ocho zonas y se asignó un número determinado de empresas a cada una. Esta medida no surtió ningún efecto, porque la guerra se acrecentó y ya va en agresiones físicas. 

Ayer, los tripulantes y empresarios de las ambulancias afiliadas a SEMI efectuaron un plantón frente a la Gobernación para reclamar atención por parte de las secretarías de Salud Departamental y Municipal. Julio César Barrios, vocero del gremio, pidió que el sistema de emergencias sea regulado efectivamente, pues esta situación está causando conflictos y puede afectar el servicio, por lo cual reclaman la intervención de las autoridades.

Es imperioso que las entidades correspondientes intervengan en la situación, antes de que se presente una tragedia más grave de las que ya se han registrado. También es necesario que los empresarios de las ambulancias actúen con responsabilidad, pues su labor es salvar vidas y no atentar contra ellas. Los más perjudicados son los ciudadanos que están en medio de la contienda, cuya integridad está en permanente peligro.

 

El Nuevo Dia

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