En las últimas semanas, la Alcaldía ha llevado a cabo operativos de control en la plaza de mercado de la 21, con varios fines: el primero de ellos, la recuperación del espacio público y la organización del “reguero”. En estas actividades ha participado la Secretaría de Salud, que ha encontrado irregularidades en los expendios de carne y pollo, que son preocupantes.
En marzo, en operativos adelantados por Infibagué, en el que estuvieron presentes funcionarios de espacio público y la Secretaría de Salud, fueron decomisados 50 kilos de pollo por no encontrase en condiciones apropiadas para el consumo humano.
Así mismo, la Secretaría de Salud de Ibagué está revisando la documentación de estos negocios y que cumplan las normas vigentes. Esto llevó, al cierre de uno de los locales, a la amonestación de cinco más y a imponer una multa por incumplimiento de normas y carencia de los documentos requeridos.
Es necesario que los consumidores puedan tener la seguridad de que los productos que adquieren no están alterados ni vencidos, pues de ello depende la buena salud de las familias, en especial de los niños, cuyos organismos son más propensos a infectarse por causa de comidas insalubres.
Estas actividades deben realizarse con mayor frecuencia y no solamente en las plazas de mercado, sino también en establecimientos en los barrios e hipermercados de la ciudad. Igualmente, es preciso que el seguimiento se extienda a las empresas transportadoras de carne y pollo, para verificar que los alimentos se conserven en buen estado en todo el proceso antes de llegar a los consumidores. Es decir, que no se interrumpa la cadena de frío desde las plantas de sacrificio, el embalaje y el transporte para impedir que las carnes se contaminen y puedan ser riesgosas para la salud.
Los ibaguereños también han de estar vigilantes y reportar a las autoridades las irregularidades que conozcan en los establecimientos dedicados a la venta de estos productos
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