Su nueva vida la dedica a ayudar mediante la salud

ANTONIO GUZMÁN OLIVEROS / EL NUEVO DÍA
Crédito: ANTONIO GUZMÁN OLIVEROS / EL NUEVO DÍAEl gerente del hospital Santa Ana, Elkin Yovani González Espinosa.
Han pasado tres años desde que el médico Elkin González sobrevivió, con un pulmón artificial al Covid-19; esta redacción ha sido testigo con un seguimiento detallado de cómo su vida ha cambiado.
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Las oraciones se elevaban al cielo, los asistentes a la parroquia Nuestra Señora de Chiquinquirá, en el barrio Piedrapintada, escuchaban atentamente las palabras del sacerdote, en una de las sillas seguía atentamente la homilía el doctor Elkin Yovani González Espinosa.

La cabeza del médico hizo una reverencia cuando se escuchó 'oremos por el alma de Leonidas González'; era su padre quien tres años atrás había fallecido de Covid-19, el virus que por poco y también se lleva su vida.

Al terminar la misa, el también gerente del hospital Santa Ana de Falan se acercó al osario donde descansan los restos mortales de su padre.

Al salir de la iglesia lo saludé, pues lo conocí el día que sus colegas le salvaron la vida luego de conectarlo a un pulmón artificial, publiqué su historia, la del día que le dieron la salida, así como el año después del milagro.

La vida del doctor González dio un vuelco el día que su padre se infectó de Coronavirus, pero pidió que no lo internaran sino que lo dejaran en su casa donde falleció el 15 de noviembre de 2020.

Infortunadamente Elkin y otros dos hermanos resultaron infectados, pero el médico desarrolló una cepa severa que obligó a hospitalizarlo el 26 de noviembre en el San Rafael de Espinal; las complicaciones hicieron que el 5 de diciembre lo remitieran a Ibagué.

Dos días después fue necesario intubarlo y la única manera de tenerlo con vida era que recibiera terapia Ecmo, el 9 de diciembre llegó a la clínica Avidanti, en ese entonces la sede estaba en Calambeo y sobrevivió con ventilación mecánica.

Los médicos lo desahuciaron y decían que si sobrevivía podía quedar con secuelas, incluso quedar oxigenodependiente; para su fortuna, se levantó y el 27 de enero de 2021 volvió a abrazar a su hija; el 9 de marzo del mismo año ya estaba nuevamente al frente del hospital de Falan.

 

Dedicado

En la pequeña charla que sostuvimos, me contó los nuevos retos que se fijó tanto para su vida personal como la profesional, y fue así como después de sobrevivir al Covid-19 dedicó sus esfuerzos a que Falan fuera el primer municipio en certificar la inmunidad de rebaño con un plan de vacunación.

“Me propuse a mejorar la salud en toda la población, reactivar los servicios del Centro de Salud de Frías, las brigadas de salud en las veredas, en atención con medicina especializada, recuperé la cartera morosa por parte de las EPS, por más de 800 millones de pesos.

“Pero también busque dotar el hospital con implementos biomédicos, adecuar la infraestructura, conseguir una ambulancia y una camioneta y pagar las deudas históricas del hospital con empleados y proveedores. Más de 63 millones de pesos”,contó emocionado.

Y para apoyar en la salud de la comunidad de Espinal, asegura que con su IPS Santa Sofía le ha apostado a la construcción de tejido social y generación de al menos 50 empleos directos e indirectos.

“Busco hace las cosas de la mejor manera. Me siento muy agradecido con Dios por esta oportunidad; contribuyo en servir a la gente y ser mejor papá, hijo, esposo, hermano, profesional, ser mejor ser humano”, agregó.

Finalmente el gerente del hospital Santa Ana se mostró complacido porque ha mejorado su hoja de vida mediante el estudio, una maestría con doble titulación, diplomados y logró incursionar como docente universitario.

Credito
ANTONIO GUZMÁN OLIVEROS

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