De bolsa en bolsa empezaron a acumulase los desechos en los separadores de calle 44 con avenida Guabinal. Sobre las zonas verdes se evidencia desde residuos caseros hasta escombros, e incluso inservibles.

De acuerdo con la manifestado por habitantes del barrio Calarcá, Interaseo cumple con los horarios de recolección, pero quienes no los respetan son algunos vecinos. Así mismo, dijeron que personas de otros sectores aprovechan las horas de la noche para arrojar todo tipo de desperdicios. 

La incomodidad La frecuente disposición de basuras sobre los separadores de la avenida Guabinal se ha convertido en un problema de salud pública. La acumulación de las mismas atraen malos olores, aves de rapiña y zancudos, entre otros animales.

Líderes de la zona aseguraron que en reiteradas ocasiones han enviado cartas a la Secretaría de Gobierno para que tome alguna medida correctiva, pero hasta el momento no han tenido respuesta alguna. De igual forma, plantearon la propuesta de  instalar contendedores sobre los separadores. "La contaminación es muy alta en este sector, aquí tanto vecinos como personas de otras partes vienen a deshacerse de todo lo que no les sirve.

Esto ha sido un problema de toda la vida, pero en los últimos meses se ha incrementado: es tal el desaseo que hasta animales nos han botado ahí", indicó José Jair González, presidente de la Junta de Acción Comunal.  Entre tanto, Ofelia Ardila, otra habitante del Calarcá, se quejó por la falta de conciencia de la ciudadanía, pues, según la mujer, el carro recolector de basuras pasa hasta tres veces en el día, pero tan pronto como recogen los desperdicios, aparecen más bolsas.

"La Junta de Acción Comunal en múltiples ocasiones ha hecho perifoneo y campañas para que dejen de arrojar basuras en las calles, separadores y demás sitios, pero infortunadamente no han servido de nada, pues todos los días vemos las zonas verdes repletas de desechos. A los sucios les digo quieran la ciudad”, señaló. 

¿Falta de mano dura? Los afectados por la contaminación sostuvieron que a las autoridades les hace falta más control y que de algunas construcciones les están pagando a terceros para que arrojen los escombros en zonas verdes y separadores, violando la Ley 1259 de 2008. "A las autoridades les hace falta mano dura, para que castiguen a quienes encuentren arrojando basuras en cualquier lugar público.

Estamos cansados de que todo el separador de la Guabinal parezca una escombrera", agregó José Jair González. Para Gloria Restrepo, inspectora Ambiental, las campañas educativas y socializaciones no han tenido éxito; prueba de ello es que las contravenciones por contaminación con residuos sólidos no han disminuido. "Nosotros hemos dado charlas puerta a puerta, pero la comunidad no responde.

La Policía ha hecho varios comparendos a personas que se han encontrado en flagrancia, pero la gente sigue arrojando desechos sólidos por todas partes.

Los ibaguereños no quieren la ciudad, porque no ayudan con el aseo", explicó. La multa por arrojar escombros y basuras en la calles oscila entre los cinco salarios diarios y dos salarios mensuales. Y cuando se multa a una empresa va hasta los 10 salarios mínimos mensuales.