La inmovilización de busetas de servicio público colectivo adscritas a Expreso Ibagué y la presunta presión por parte del gerente de la empresa, Juan Camilo Hernández, hacia los miembros del sindicato, rebosó la copa de los miembros de la organización de trabajadores.

Conforme a lo expuesto por algunos sindicalistas, Hernández abusa de su calidad de directivo para sacar provecho de la empresa y de los conductores, de cara a su candidatura al Concejo de Ibagué. Prueba de ello, manifestaron los quejosos, es que las busetas se emplean para servicios especiales, como transportar a quienes participan de sus reuniones políticas.

El hecho más reciente se registró el pasado fin de semana, cuando en un operativo de la Policía de Tránsito en el sector de El Totumo inmovilizaron e hicieron comparendos a tres busetas por violar la Ley 336 de 1996, la cual establece que siendo estos vehículos de transporte público colectivo urbano no pueden prestar servicios diferentes al autorizado en la matrícula de licencia, tales como movilizar personas fuera del perímetro urbano. 

Para el secretario de Tránsito municipal, Alfonso Pineda, las autoridades "obraron bien" e hicieron cumplir la ley, pues al parecer la empresa en mención no sería la única que estaría incumpliendo con la normatividad.

"En el caso de las busetas de Expreso Ibagué la inmovilización se aplicó por cinco días; en cuanto al comparendo, la ley dice que puede ir hasta los 11 salarios mínimos mensuales, es decir, cerca de cinco millones 800 mil pesos. No obstante, ellos pueden utilizar algunos recursos para llevar el caso a juicio.  "Esta es una situación que vemos constantemente: busetas haciendo recorridos sin tener algún tipo de autorización. Esperamos que este sea un llamado para que las empresas eviten este tipo de conductas", refirió Pineda.

 

"La empresa no da ejemplo"

Iber Duarte, presidente de Sintraexpreso Ibagué, aseguró que Juan Camilo Hernández ha autorizado recorridos no permitidos desde hace bastante tiempo. De igual forma, enfatizó en que a los conductores sindicalistas les hacen cumplir los estatutos internos, mientras que "los amigos del Gerente", dicen ellos, "tienen corona y gozan de todos los privilegios". "El Gerente está aprovechando la empresa para su beneficio, utilizando las busetas para hacer recorridos, que legalmente deben hacerlos las del servicio especial.

Él le está quitando el trabajo a las demás personas y fuera de eso infringe la ley.  “El sábado 30 de julio, tres busetas fueron inmovilizadas por estar transportando gente a una reunión política en una zona fuera del perímetro urbano. Sí, sabemos que ese dinero no lo pagan los conductores, pero el tiempo que no trabajan, por obvias razones, no se lo reconocen”, mencionó Duarte.

Héctor González, presidente seccional de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, manifestó que la prestación de servicios especiales por parte de las busetas de servicio urbano es una actividad constante en Expreso Ibagué. “Como el Gerente está 'encampañado' le dice a los transportadores que necesita que le lleven gente a determinado lugar para las reuniones políticas, entonces coge las busetas que están en ruta para tales fines, violando las normas de tránsito.  “Hernández es el único que saca provecho al utilizar las busetas para esos recorridos, ya que tanto el dueño del rodante como el conductor tienen pérdidas por cuanto no hacen su recorrido normal, no recogen pasajeros y fuera de eso tienen que poner lo de la gasolina”, refirió.

“Nos tienen presionados“

Frente a las supuestas presiones por parte de Juan Camilo Hernández, el Presidente del sindicato resaltó dos cosas: una, quienes hacen los recorridos o los favores al Gerente tienen privilegios y dos, los conductores sindicalizados son frecuentemente penalizados por los jefes de ruta.

“Los conductores que le hacen los recorridos al Gerente fomentan el desorden y la indisciplina, es decir que ellos le quitan el tiempo a los compañeros que vienen detrás en la ruta. Cada conductor debe marcar a un hora determinada en los controles, pero en este sentido existen preferencias, ya que cuando un conductor llega al despacho no es penalizado (penalizar es que el conductor que llegue a un control tarde pierde una vuelta), porque sencillamente le hizo un favor a la empresa. 

“Los conductores que le hacen los recorridos a Juan Camilo (Hernández) son inmunes. A ellos no se les aplica el reglamento interno, por la sencilla razón de que hacen todo lo que el Gerente diga. Caso contrario a los que no le hacen este tipo de favores”, agregó Duarte.

El silencio 

EL NUEVO DÍA llamó en repetidas ocasiones a Juan Camilo Hernández, pero fue imposible establecer algún tipo de comunicación con él, razón por la cual esta redacción dialogó con Édgar Cruz, jefe operativo de la empresa, quien se comprometió a gestionar un contacto con el Gerente; no obstante, al volver a llamar a Cruz este respondió que había sido imposible ubicar a Hernández.