Desalojo en Calarcá se cumplió sin mayores complicaciones

JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA
Finalmente se cumplió la orden de desalojo contra los dos ancianos que aseguraron haber vivido en la casa del empresario Germán Agudelo durante 14 años. Y aunque al principio hubo una leve complicación, los afectados ahora vivirán en una vivienda frente a lo que era su antiguo hogar.

Desde las 8 de la mañana, el inspector urbano junto con Hernando Agudelo y algunos policías, se instalaron en el patio del inmueble para reclamar el predio.

Mientras tanto Armando Saavedra se encerró en la casa bajo llave, su esposa Lucrecia Acosta esperaba en la calle, el momento de decirle adiós al que fue su hogar por 14 años.

Aceptando la realidad, Lucrecia solo dijo que se sentía triste por la forma en que era sacada de la vivienda ubicada en la calle 44 con carrera 11B, barrio Calarcá, señalando que fueron víctimas de una trampa por haber firmado un documento donde les decían que debían pagar un arriendo mensual de dos millones de pesos, que nunca cancelaron.

También la mujer se sintió defraudada porque asegura que durante el tiempo que estuvo en esa casa y cuando llegaba Hernando Agudelo, apoderado del caso, e hijo del empresario, siempre lo atendía bien, le aguantaba las fiestas que organizaba y que cuando estaba borracho le permitía quedarse en la casa con música a todo volumen.

Dijo Lucrecia Acosta que el documento que firmaron, lo hicieron porque no saben leer y que nunca pensaron fueran a desalojarlos, y menos luego del tiempo que permanecieron cuidando la casa lote sin recibir alguna renuneración por sus servicios.

El momento de tensión se registró hacia las 10 de la mañana, cuando Armando Saavedra salió de la casa y tras serle notificado de la orden, que exigía retirarse de la casa, los uniformados notaron que llevaba un machete y tuvieron que reducirlo para que no se fuera a cortar, pues llevaba el arma escondida bajo el pantalón.

Finalmente, algunos vecinos ayudaron a trastear a los ancianos, quienes dicen vivir con dos nietos.

Credito
IBAGUÉ

Comentarios