Germán Hernández, administrador del conjunto, reveló que el pasado miércoles, Día mundial del medio ambiente, personal de la empresa derribó uno de los árboles ubicados en el parque, al interior del complejo residencial, por lo que los residentes reaccionaron impidiendo ejecutar la tarea.

Hernández señaló que los vecinos se oponen a que se ejecute la nueva torre de cinco pisos por parte de la empresa, si esto supone la tala de más arbustos y la reducción del área verde.

El quejoso reseñó que desde 2010 en derechos de petición radicados ante Cortolima, se solicitó el censo para determinar el número de especies en el sector y pedir su protección, labor que se no ejecutó de forma completa, pues aunque se identificaron 38 especies arbóreas entre Ocobos y Araucarias, Cortolima autorizó la tala a favor de la firma.

“Vivimos en moles de cemento; son construcciones y se debe respetar la zona verde para nuestros niños”, dijo Floralba Tibaquirá, residente del sector.

Constructura responde 

Orlando Tovar, vocero de la Constructora, indicó que la empresa cumplió con los requisitos para la tala de tres árboles que invaden lotes privados.

Agregó que mediante resolución 615 del 28 de marzo, la autoridad ambiental autorizó la tala de un ocobo, un almendro y un vainillo, y como compensación la siembra de 10 árboles de las especies nacedero, caracolí, carbonero con una altura mínima de un metro.

Tovar señaló que la medida fue socializada con los vecinos y publicada en un portal de internet desde el 21 de noviembre de 2013.

Además dijo que algunos de los árboles plantados no cumplen con la normativa de tener una distancia mínima de tres metros entre uno y otro.