Los olores fétidos que se escapan del deteriorado sistema de alcantarillado del barrio hacen que la tranquilidad de la comunidad se vea perturbada en sus diferentes actividades diarias.
Esta situación trasciende la frontera de un problema más de infraestructura, como muchos que padece la ciudad, para convertirse en una verdadera problemática de salud pública, ante el inminente riesgo sanitario al que se exponen los moradores de aquellas casas en que se filtran estas aguas residuales.
Según afirma Harold Buitrago, residente del barrio y presidente de la Junta de Acción Comunal del mismo, desde hace más de un año han solicitado al Ibal sea cambiado el sistema de alcantarilado de La Gaitana, peticiones a las que la empresa de Acueducto y Alcantarillado ha respondido, mediante oficios en los que anuncia visitas de ingenieros de la empresa para inspeccionar las redes de alcantarillado.
Sin embargo, a la fecha, ninguno de estos funcionarios ha acudido al lugar, por lo que la comunidad sigue pidiendo con urgencia que se solucione la situación.
Por su parte, Leidy Johana Bonilla, jefe de Alcantarillado del Ibal, afirmó que la empresa tiene conocimiento de la situación.
“Sabemos que se registró un hundimiento sobre la vía, por eso hicimos una visita técnica a mediados de este año, por lo que la situación está programada dentro del contrato emergente del Ibal para ser ejecutada en los próximos días”, afirmó Bonilla, por lo que el Ibal se comprometió públicamente a cumplir a la comunidad.
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