Así lo anunció la Procuraduría, que en actuación preventiva solicitó que se garantizará las condiciones dignas a los más de seis mil internos del complejo.

Esta acción perimitió que por primera vez se reunieran la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (Ibal) y la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios, para dar respuesta a los graves problemas registrados en materia de salud, infraestructura y prestación de servicios al interior del penal.

En la misma se concluyó de manera inicial que aunque el Ibal suministra un gran volumen de agua, el servicio no se podía prestar eficientemente a raíz de las graves fallas en la tubería, por lo que se adelantó un estudio con el que se permite diseñar de manera conjunta el esquema de solución.

El director del Coiba, coronel Carlos Alberto Murillo Martínez, informó que los recursos serán directamente manejados por la Unidad.

“Son recursos del Gobierno nacional y los va a emplear la Unidad de Servicios Penitenciarios. Es una gran obra y la primera etapa para solucionar la problemática de agua que desde hace cuatro años se registra en el penal. El Ibal está suministrando el agua necesaria y lo primero que hay que saber es qué cantidad de agua entra al Coiba, por esto se van a instalar medidores para posteriormente distribuir los tanques que tenemos, que sería la segunda fase del proyecto para empatarla con las últimas ampliaciones que se está haciendo en el bloque Ocho”, explicó el uniformado.