“Secretario General del Ibal se pasó por la faja a Junta Directiva en modificación de estatutos”

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Eduardo Bejarano aunque deja al descubierto que el alcalde Luis H. tenía total conocimiento del cambio de estatutos y que avocaría a la empresa a una posible privatización, critica y cuestiona el accionar de Ricardo Arroyo que presurosamente presentó el proyecto a la Asamblea de Socios.

El exgerente del Ibal, Eduardo Bejarano reveló documentos que demostrarían que la Junta Directiva, la cual encabeza el alcalde Luis H Rodríguez, avaló la propuesta de modificación de estatutos para convertir la empresa en una sociedad por acciones y recibir capital privado, lo cual ha sido catalogado por el candidato a la Alcaldía, Guillermo Alfonso Jaramillo, y empleados del Ibal como la privatización de la misma.

El documento dado a conocer por Bejarano hace referencia al acta de Junta Directiva número cuatro llevada a cabo el pasado 24 de marzo, dos días antes de que el secretario General del Ibal, Ricardo Arroyo, propusiera en Asamblea de Socios la votación “apresurada” del proyecto, el cual fue aprobado.

La misiva contiene que Luis H. no solo avaló la propuesta por Arroyo, sino que pidió que se llevaran otros temas y a lo cual el subalterno pidió revisar la composición accionaria del Ibal.

“Pregunta el señor Alcalde que otra reforma tiene la empresa, ya que si se va a llevar a aprobación de la Asamblea la modificación de los estatutos se podría aprovechar para llevar otros tema. Responde el Dr. Arroyo que él considera que se deben modificar los estatutos en cuanto a la composición accionaria (...)”, refiere apartes del acta de la Junta Directiva celebrada a las 2 p.m. en la Sala de Juntas del Ibal.

Para Bejarano, es claro que “a espaldas de la ciudad, Luis H. Rodríguez, las directivas de la empresa y los miembros de la junta ya ponían sobre la mesa este delicado asunto”.

Pero para el analista político llama la atención el hecho que Luis H., como reposa en el acta, haya solicitado el visto bueno por parte de todos los abogados y asesores externos de la empresa para ser puesto a consideración de la Asamblea de Socios y no porque no estuviera seguro del paso a dar, sino que necesitaría “llevar bien cocinado jurídica y técnicamente el tamal de la privatización a la Asamblea de Socios del Ibal (con mayoría accionaria de Infibagué) para poder transformar dicha empresa en una sociedad por acciones”, refiere Bejarano.

“Se requiere de una especie de proyecto de los puntos a discutir, y que tengan los vistos buenos de los diferentes abogados externos, revisor fiscal, es decir de los diferentes funcionarios de la empresa que brinden la tranquilidad suficiente tanto interna como externamente”, pronunció el Alcalde en la reunión de Junta Directiva el pasado 24 de marzo.

No obstante, Bejarano alerta que Arroyo al parecer no obtuvo la aprobación de los jurídicos de la empresa.

“Dicho proyecto de modificación de estatutos con todos los requisitos ordenados por la Junta Directiva nunca fue presentado nuevamente ante los miembros de Junta, lo que sugiere que el bien intencionado señor Arroyo actuó de manera independiente, a espaldas a la junta directiva y desobedeciendo sus directrices, posiblemente sin la aprobación de la gerencia del Ibal, aunque no sabemos si avalado o autorizado por el alcalde Luis H. Rodríguez”.

Pero en el acta del 24 de marzo se deja claro que “se somete a consideración de la junta directiva la autorización al Gerente de presentar la reforma de estatutos ante la asamblea no solo para este tema, sino para las demás reformas que sean necesarias, todo, previa presentación a la junta directiva informando los avances y modificaciones a realizar, adicionalmente que se cree una comisión técnica jurídica liderada por el secretario general con el apoyo de los abogados externos, revisor fiscal y todos aquellos funcionarios que deban intervenir en la discusión de una serie de reformas que deban presentarse ante la asamblea general: lo cual es aprobado por unanimidad”.

Bejarano concluye que la reforma a los estatutos aprobada por la Asamblea de Socios el 26 de marzo y que abre la posibilidad de la privatización de la empresa podría no ser válida, toda vez que el mismo código del Ibal establece que: “Las reformas de los estatutos sociales deben ser aprobadas en un solo debate por la mayoría absoluta de los miembros de la Junta Directiva de la entidad y ratificadas por la asamblea de accionistas”. Si el proyecto de reforma no volvió a discutirse en la Junta, ¿se habrá cumplido este requisito obligatorio?

Y, ya que el Secretario General aparentemente se pasó por la faja al Gerente, a la Junta y al Alcalde, ¿se habrá pasado también por la faja los estatutos del Ibal?”, cuestionó Bejarano.

Credito
EL NUEVO DÍA

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