En 1976 las hermanas Trujillo Mejía, vieron una de las primeras viviendas que apenas empezaban a erigirse en Piedrapintada, para ellas era una construcción bonita y su interior agradable las enamoró, sin embargo, el precio de la casa era bastante elevado para la época, 380 mil pesos.

Cuenta Cristina, que miraron otras casas en diferentes sectores de Ibagué, pero ninguna les gustó como la de este barrio ubicado en la comuna Cuatro; pasados cinco meses cuando decidieron comprarla sobre planos, aunque ya costaba 400 mil pesos, aún así, la adquirieron.

Pero cuando ellas arribaron al barrio, ya había otras casas, residencias que fueron construidas sobre la finca Piedra Pintada, que era de propiedad de Alfredo Pabón Peláez y su esposa Julia de Pabón; una hacienda que apenas tenía una casona, un molino y sus terrenos sembrados con arroz y ganadería.“Cuando llegamos a Piedrapintada -narró María Cristina-, ya estaban los Londoño, un matrimonio formado por Alejandro Londoño y Alicia de Londoño, la casa de ellos es donde quedaba la vieja casona de aquella finca; sus hijos vivían al lado.

“Pero también estaba Olga de Estrada, Sonia Troncoso; las primeras misas se hicieron en la casa donde en la actualidad vive Martha Elena de Conde, y que en ese entonces habitó Carmenza de Osorio; luego las organizaron en el garaje de mi casa, y por la necesidad de tener una parroquia, se destinó el terreno donde queda hoy el polideportivo”.

Según la narración de Cristina Trujillo, la necesidad también de tener un parque, hizo que los herederos de la familia Pabón donaran el lote donde hoy está construida la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, corría el año de 1979.Para la edificación del templo, las familias se reunieron y llevaron a cabo algunos bazares y colectas de dinero. “Todos éramos unidos, los festivales los hacíamos en las calles y así como con la iglesia, también llegó la remodelación del parque”.

El parque y polideportivo de Piedra Pintada, dicen hoy sus moradores, entre ellas la actual presidenta de la Junta de Acción Comunal, Gloria Consuelo Rondón Ayala, fue también resultado del apoyo de la familia Pabón y la presidente de la época, Esperanza de Pérez.Dicha construcción culminó en febrero de 1987 y como las anteriores iniciativas, se pudo ejecutar a punta de bazares. 

Piedrapintada hoyHace dos décadas Gloria Consuelo llegó al barrio que hoy preside y dice que gracias al apoyo de las personas y del ingeniero Luis Fernando Díaz Cabrera, el sector ha crecido en seguridad y recreación, aunque en esta última, se ha tenido que lidiar con la Administración municipal, porque el polideportivo lo dejaron mal remodelado. Este barrio que está ubicado entre las calles 43 y 51 con carreras Quinta y Sexta, es según sus residentes, el único en Colombia que partir de la unión de todos sus vecinos y como ha sido su tradición, mediante bazares y colectas, recaudaron dinero para comprar cámaras de seguridad de última generación.

“Hemos luchado” -informó Gloria Rondón-, “por defender este barrio de los negocios, discotecas, evitar que deje de ser residencial y se vuelva comercial como Cádiz, y aunque en un tiempo intentaron meterse esos grandes negocios, dimos la lucha para evitarlos.“Incluso iban a usar el lote que está sobre la carrera Quinta, (frente al viaducto del Sena), para construir locales comerciales y unos bares, pero nos opusimos y con el ingeniero Luis Fernando pusimos demandas y no permitimos que acabaran con la tranquilidad del sector”, añadió Gloria.

Piedra Pintada ha cambiado mucho desde su fundación en la década del 60, hoy, muchas de sus primeras construcciones son edificios y las otras han sufrido remodelaciones en sus fachada.Y aunque la propiedad horizontal trae nuevos vecinos y ya son pocos los que se conocen entre sí, o algunos fundadores se han ido a otros países o mudado a otros barrios de Ibagué, siguen con su intención de reunir recursos mediante actividades para hacer de Piedrapintada, el barrio más seguro de Ibagué.