Según el secretario de Desarrollo Rural, Emmir Aguilera, la anterior administración contrató la obra, pero no dejó prevista la línea de conducción que abastecería el líquido al nuevo tanque y cuya extensión sería de 800 metros.

“Lo que estamos revisando con el contratista y el Ibal que fue la entidad que elaboró los diseños, es poner a funcionar el tanque y quitar parte de la obra en el final de lo que es el sector de Picaleña, suspender el contrato de tubería y que nos suministren los 800 metros, llegando a un acuerdo para no excedernos en más valores en este contrato”, indicó el funcionario.

Agregó que lo que se prevé es que una vez se haga la conexión con el tanque de la calle 29 se dejará un acople para que cuando entre en funcionamiento el acueducto complementario surta al tanque de la Fiscalía que alimentará al tanque de Mirolindo y a su vez al sector de Picaleña.

Por otro lado, Aguilera explicó que con los nuevos proyectos inmobiliarios que plantea la administración, se podrían llevar a cabo diálogos para que los ejecutores realicen las obras y posteriormente el Ibal asuma el control de la red de acueducto.

Es de recordar que el exgerente del Ibal, Carlos José Corral, contrató la obra por 10 mil 30 millones de pesos en julio de 2015 y cuyo tiempo de ejecución sería de cinco meses. La firma Permastore de Londres sería la encargada de la fabricación de la estructura que tendrá una capacidad de 10 mil metros cúbicos, con un diámetro de 29 metros y una altura superior a los 16 metros, y será en vidrio fusionado al acero.