La Miel, una comunidad que no ha sentido el ‘embate’ de la pandemia

Crédito: El Nuevo Día
Si bien han reportado casos positivos de Covid-19 dentro de la comunidad, estos no han revestido gravedad. Afirmaron que los ciudadanos se recuperaron tras guardar cuarentena en sus residencias y realizar tratamientos con plantas.
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A escasos minutos de Ibagué, la hacienda La Miel representó la tierra prometida para un puñado de familias que vivieron en carne propia la crueldad de un conflicto armado que no ha cesado.

Una tierra fértil que supieron abonar y cuidar para que alcanzara la prosperidad de la que actualmente se sienten orgullosas las decenas de familias que la habitan hoy en día.

En sus calles se respira un clima de cordialidad, es habitual escuchar las carcajadas de los menores de edad que se congregan en los parques y espacios comunes para divertirse bajo los rayos del sol resplandeciente.

Esta algarabía se mezcla con la música proveniente de las consolas de sonido de diversas residencias, lo que le imprime un toque de festividad a este centro poblado que se caracteriza por la unión de sus moradores.

Pese a las actuales situaciones de salubridad en la región y el país, ese enemigo invisible conocido como Covid-19 parece que no logró franquear totalmente las fronteras de esta comunidad.

Para quien se detiene a observar las dinámicas de los habitantes es recurrente encontrar personas, de todas las edades, transitar y compartir en grupo en la vía pública sin tapabocas. Y es que para fortuna para ellos, si bien han tenido casos positivos dentro de la comunidad, el impacto del virus no ha tenido la misma magnitud o gravedad de algunos municipios del departamento.

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Pocos y leves contagios

César Quintero Caicedo, uno de los primeros ciudadanos en habitar La Miel, explicó que “gracias a Dios la situación no ha sido complicada aquí con el tema de la pandemia”.

En efecto, dentro de estas tierras en las que pueden habitar más de 300 familias, se reportaron algunos contagios, los cuales no revistieron mayor gravedad ni necesidad de traslado a clínicas u hospitales de la capital tolimense.

Quienes resultaron positivos guardaron estricta cuarentena y tuvieron los cuidados pertinentes en sus lugares de residencia, sin presentar complejidades de salud ni inconvenientes de consideración.

“Aquí nos curamos con plantas, porque preparábamos bebedizos y con eso nos sanamos”, agregó Quintero.

Sin embargo, en La Miel tienen presente el caso de una mujer que ingresó a un centro hospitalario de Ibagué, toda vez que debía someterse a una intervención quirúrgica debido a unos cálculos.

Según trascendió, entre sus vecinos, en ese recinto de salud surgió una complicación porque la paciente supuestamente adquirió el virus.

“Se contagió en el propio hospital, allá murió y dijeron que supuestamente fue por el Covid-19”, recordó el líder de este centro poblado.

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Afortunados

Sin discusión alguna, los residentes de La Miel se consideran afortunados porque no han sentido el ‘embate’ de una pandemia que ha generado tristeza y preocupación en decenas de familias de la ciudad, pues “todo lo que ocurre en Ibagué pasa con destino al relleno”.

Al principio de la pandemia, la Alcaldía de Ibagué informó en sus canales oficiales sobre el seguimiento constante que se le haría al relleno sanitario con el fin de garantizar el bienestar y la salud en la cadena de recolección y transporte de los residuos, así como de las familias que habitan la hacienda.

De la misma manera, como ocurre en cualquier lugar de la capital tolimense, en La Miel hay reuniones sociales entre familias y amigos, en las que supuestamente no se identifica la utilización de tapabocas y en algunas ocasiones tampoco hay distanciamiento social.

Se conoció que anteriormente las autoridades policiales realizaban rondas constantes para verificar el uso del tapabocas y el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad.

Ante el panorama ya descrito, imponían los comparendos pertinentes por no acatar esa directriz, pero en el último tiempo no habrían retornado más por ese motivo.

Credito
MANUEL BRISNEDA

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