Ibagué: intentó salvar a un perro atropellado, terminó amenazado y en ‘tremendo lío’

Crédito: Suministradas / El Nuevo Día
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Tras intentar salvar a un perrito atropellado un hombre recibió múltiples amenazas.
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La historia.

 

Un Ibaguereño, quien por su seguridad prefirió reservar su nombre, le contó en exclusiva a El Nuevo Día, la tortura que tuvo que vivir tras intentar auxiliar a un canino que fue arrollado por un motociclista.

El hombre se movilizaba en su motocicleta junto a su pareja sentimental cuando vio el accidente que ocurrió en la vía que de Picaleña conduce hacia el centro de la capital Tolimense, el pasado domingo.

“Yo vi el perrito que se cuadró en el separador carril bajando, cuando veían un muchacho en una moto y alcancé a ver como saltó (el canino) y el muchacho no alcanzó a reaccionar y el perrito quedó ahí agonizando, botando sangre”, dijo.

En ese momento, el testigo reportó el accidente para que atendieran al joven herido, minutos más tarde una ambulancia llegó y socorrió al motociclista.

Sin embargo, el animal continuaba tendido en el piso, “en esas pasó un señor en una camioneta y me dijo: mano si usted me acompaña llevamos al perrito a una veterinaria. Le contesté si claro llevémoslo” comentó.

Los dos hombres subieron al canino a la camioneta para lograr salvarle la vida y se dirigieron en sus respectivos vehículos hasta un reconocido centro médico de mascotas, ubicado en la carrera Cuarta D con calle 30.

Lamentablemente, al llegar al lugar, que se encontraba cerrado, el perro ya había muerto, sin embargo, el ibaguereño de buen corazón llamó al número que aparecía en el letrero de la veterinaria, pero nunca contestaron, según relató.

Posterior a ello, el conductor de la camioneta le preguntó ¿qué hacer?, por eso el hombre decidió llamar al 123 de la Policía, “me contestó un muchacho y le conté lo que pasó, él (uniformado) me dijo vea no hay problema, eche el perro en una bolsa, déjenlo en una esquina que va Interaseo y lo recoge”, informó.

De inmediato siguió las indicaciones y esperó junto al conductor de la camioneta alrededor de 10 minutos, al ver que no habían llegado por el animal, se volvió a comunicar con el 123, donde al parecer le informaron que “hable con el mismo muchacho (uniformado), me dijo no tranquilo en el transcurso del día va (Interaseo), entonces el señor se fue para su casa y yo para la mía”, puntualizó.

La pesadilla

 

En la mañana de este lunes 30 de agosto, el hombre recibió la llamada de un sujeto que le preguntó si él había sido el que dejó al perro en aquella esquina, a lo que contestó que efectivamente así fue.

Al parecer quien se comunicaba con el ibaguereño, era de la veterinaria, persona que le solicitó que fuera a recoger el animal.

Yo le dije, amigo lo que yo hice fue un acto de caridad, yo llamé al 123 y me dijeron que lo dejara ahí, yo no estoy haciendo nada ilegal”, afirmó.

Cabe resaltar, que en durante la charla no hubo ningún tipo de confrontación.

Pero el problema real llegó minutos después, ya que, según el hombre, este sujeto “repartió su número de teléfono”, razón por la cual empezó a recibir mensajes intimidatorios a través de WhatsApp y redes sociales.  

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Asimismo, según relató el hombre, recibió otra llamada, sobre las 11 de la mañana, esta vez de un policía del CAI del estadio, quien le al parecer le dijo que tenía que solucionar el inconveniente (recoger el cadáver del animal).

Aunque el ibaguereño le informó al agente lo que había acontecido y las directrices que recibió del 123, el uniformado le dijo “es que la gente que contesta el 123 son principiantes”.

Ante la respuesta, el hombre quedó inconforme porque se sintió engañado, él afirma que actuó de buena fe e hizo lo que le indicaron.   

Yo traté fue de servir, de auxiliar y vea el problema en el que me metí

Finalmente, para evitar más inconvenientes decidió llamar directamente a Interaseo, quienes atendieron su petición y recogieron la bolsa con el cadáver del animalito, sobre las 12:55 p.m.

Les agradezco a los de Interaseo, que me colaboró, fueron muy amables y no me cobraron ni un peso”.

Entre tanto se conoció una publicación, al parecer una persona que tiene relación con el centro médico veterinario a donde llevaron el animal. 

Credito
Redacción Web

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