Una huella árida deja ‘El Niño’ en el Sur del Tolima

JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA
Zonas desérticas, semovientes con bajo peso, altas temperaturas, ríos con muy bajos niveles de agua y columnas de humo en algunas zonas montañosas, fue el panorama encontrado entre el tramo Chaparral y Ortega.

Ríos como el Tetuán, Ortega y San Luis, al igual que la quebrada Peralonso, son la muestra fehaciente que el fenómeno de ‘El Niño’ de este año ha sido uno de los más fuertes, y aunque los pronósticos del Ideam indican que el pico más fuerte se espera en enero de 2016, al día de hoy hay un panorama drástico.

Recorrer el tramo vial entre Ortega y Chaparral, es encontrar la realidad que ha dejado esta temporada de sequía sobre los recursos naturales, pues como se ha mencionado reiteradamente, la tierra quemada y las zonas boscosas calcinadas tomarán décadas para volver a ser lo que habían sido en años anteriores, sin contar que dejó sin hogar a varias especies silvestres.

Los afluentes hídricos, que se habían convertido en medio de trabajo para la comunidad, con el paso de los días han ido disminuyendo, conviertiéndose en planchones de tierra y piedra. Las personas que viven a sus riberas solo esperan a que llueva para que este panorama cambie.

A la par de los recursos naturales, las afectaciones que ha dejado en los agricultores es una huella que ha marcado su diario vivir, pues para poblaciones como Chaparral la situación es muy crítica, así lo manifestó José Nelson Garzón Flórez, secretario de Desarrollo Rural y coordinador de Gestión del Riesgo.

Cuenta que allí se han perdido dos mil hectáreas de vegetación, la mitad de ella fueron consumidas por el fuego en las veredas Tamarco y La Ceiba, igualmente, los productores vieron con impotencia perderse una gran extensión de tierra cultivada de café, cacao, plátano y caucho.

Ganado no tiene cómo alimentarse

Además de que el fuego ha hecho que 30 vacas mueran por asfixia, el otro riesgo que tienen las reses es la escasez de alimento, debido a que los incendios han acabado con los pastos y el verano no deja que prospere lo que se salvó.

Y no es solamente en este municipio en el que falta la comida para el ganado, pues en zonas productoras de heno como lo son Espinal y Guamo, tampoco se puede hallar alimento.

Teniendo en cuenta los pronósticos del Ideam, “el panorama no es alentador, estamos buscando estrategias que nos permitan acceder a las herramientas que nos daría la declaratoria de calamidad pública, para comprar suplementos de alimentos para los bovinos y apoyar a los ganaderos, al igual, que insumos agrarios para entregar a los cultivadores”, indicó Garzón.

Agregó que a pesar de haberse decretado la calamidad pública, en el Departamento y en Chaparral, para empezar a acceder a estas ayudas, se deben regir por la Ley 1523 de 2012 de Gestión de Riesgo a nivel Nacional, la cual consiste en que “a partir de la declaratoria tenemos un mes para hacer el plan de acción con todas las estrategias que va ha implementar cada municipio o en el caso tal, el Departamento para atender la emergencia, en ese proceso estamos y por eso esperamos que a más tardar en 60 días podemos entregar estos insumos a los afectados”.

Sequía suma más perdidas

Aún no se conoce la cifra total de hectáreas que se han perdido a causa del verano en Chaparral, porque en este momento se está trabajando en un consolidado; no obstante, el Secretario de Agricultura de Chaparral calcula que teniendo en cuenta el panorama actual, se podría estar hablando de 600 agricultores.

Credito
XIMENA VILLALBA C.

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