El brillo del oro

La locomotora minera, impulsada por el presidente Santos como estrategia de desarrollo nacional, fue objeto de un interesante debate adelantado hace pocos días en la Comisión Quinta del Senado, promovido, entre otros senadores, por el tolimense Jorge Enrique Robledo.

LEl asunto se refería a los efectos sociales, laborales y ambientales, generados a partir de la explotación adelantada, en especial, por la compañía canadiense Pacific Rubiales en Puerto Gaitán, Meta.

Si bien es cierto el tema giraba alrededor del petróleo, algunas consideraciones generales obran para todo tipo de dichas actividades mineras, incluyendo también el carbón y el oro. Un aspecto que se resaltó en el debate se refiere al desproporcionado aumento de la población que conlleva la explotación minera en una determinada localidad. De un momento a otro, un municipio con cinco mil habitantes, por ejemplo, pasa a albergar quince mil, ocasionando dramas humanos en todas las áreas sociales: salud, pues no existe hospital para tanta gente; vivienda, ya que se disparan los precios de arrendamiento de casas, habitaciones y locales comerciales; florece la prostitución, aparecen los cordones de miseria y aumentan los índices de criminalidad. A los dramas anteriores se suman el daño de las vías por el aumento del tráfico pesado, la escasez de agua, el impacto ambiental y el deterioro de la calidad de vida.

Y vienen los asuntos relacionados con el Estado: la evasión fiscal de las compañías extranjeras; la violación de normas laborales en prácticas ilegales de contratación; el problema de las regalías; los impactos de inseguridad en la zona y  los fenómenos sociales, institucionales y comunitarios por demás preocupantes que, a partir de los hechos reales sucedidos en Puerto Gaitán, lanzan una indiscutible señal de alerta para todo el país y, sobre todo, para las regiones que se aprestan a impulsar la locomotora minera como eje de sus programas de desarrollo regional.

Para el Tolima, el contenido del debate mencionado debe motivar serias, argumentadas y responsables consideraciones a largo y corto plazos, teniendo en cuenta nuestras riquezas naturales y las propuestas de explotación vigentes alrededor de las que ya se adelantan, sobre todo en el Sur. También, las proyectadas para un cercano futuro, en especial la relacionada con el proyecto aurífero La Colosa, de la minera surafricana AngloGold Ashanti, en Cajamarca. Resulta necesario aprender de las experiencias de otras regiones del país.

EL NUEVO DÍA

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