Editorial: La tragedia migratoria

Como es usual, los enormes problemas económicos y sociales son caldo de cultivo para la aparición de movimientos extremos que culpan a los migrantes de las dificultades y que en Grecia han consolidado un partido neonazi llamado Amanecer Dorado, que ya alcanza el 10 por ciento de los votantes.

La crisis de los refugiados provenientes de Asia y África amenaza con desestabilizar a varios gobiernos europeos y a generar conflictos internos y desavenencias entre países vecinos tanto en la Unión Europea como en la zona del euro.

La Acnur lanza permanentes llamados a la solidaridad de diversos organismos y de naciones que tratan de desentenderse de una tragedia de proporciones globales y que obliga a cavilar en serio sobre lo que podría acontecer de agravarse el efecto del calentamiento global en las zonas costeras del planeta.

El drama de las barcazas colmadas de seres humanos que naufragan en el Mediterráneo en su intento de alcanzar las playas de Italia, España y Malta. La concentración de inmigrantes ilegales en Calais que buscan cruzar el canal para llegar a Inglaterra, producen confrontaciones, señalamientos y posiciones antagónicas al interior de los gobiernos y ya superan con creces la capacidad de absorción de los países más cercanos al flujo humano.

Las iglesias y las organizaciones no gubernamentales suplen la incapacidad o negligencia de algunos gobiernos, pero los recursos se agotan ante la indiferencia de aquellos lejanos al epicentro del drama.

Pocos mencionan a Grecia, que por su cercanía a Turquía, lugar de paso de los desplazados de Siria y Afganistán, carece de la infraestructura para recibir el masivo flujo de refugiados. Acnur calcula en 150 mil los llegados en los últimos 12 meses (en julio solamente llegaron 50 mil), que se suman a la crisis económica que se padece y que ha puesto en peligro de quiebra al país, el sistema bancario y la bolsa griegos.

Como es usual, los enormes problemas económicos y sociales son caldo de cultivo para la aparición de movimientos extremos que culpan a los migrantes de las dificultades y que en Grecia han consolidado un partido neonazi llamado Amanecer Dorado, que ya alcanza el 10 por ciento de los votantes.

El primer Ministro Tsipras parece haberse ganado la rifa del tigre y ha dado muestras de que no saldrá de la encrucijada a menos que reciba apoyo inmediato en los diferentes frentes.

El ingrediente fanático y religioso que se vive en Siria, Iraq y Afganistán se añade a las abismales condiciones económicas que afectan a millones y que no tiene solución a la vista, a menos que se cuente con la solidaridad efectiva de todos.

REDACCIÓN EDITORIAL

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