Editorial: ¿Qué sigue para el Federico Lleras Acosta?

Veremos si esas cifras concuerdan con los diagnósticos de la comisión auditora enviada por Barreto, pero, sobre todo, esperamos que en manos de su gobierno y con total voluntad suya, el Federico Lleras tome nuevos aires y termine de estabilizarse, tal como lo ha prometido el Gobernador en el caso puntual de la Universidad del Tolima.

No han sido buenos tiempos para el hospital Federico Lleras Acosta, el centro hospitalario más importante del Tolima. Tampoco para los pacientes que a diario acceden a sus servicios, ni para los 200 trabajadores que fueron despedidos a causa de la crisis que llevó a la Superintendencia de Salud a intervenirlo hace más de dos años.

Hoy, el panorama para el ‘Federico’, aunque pareciera ser mejor que antes, no es muy claro, y a ello se le suma que nuevamente el manejo y la responsabilidad de inyectar recursos estarán en manos del Departamento.

Según documento entregado por el superintendente de Salud, Norman Julio Muñoz, al gobernador Óscar Barreto, la intervención del Hospital mostró resultados positivos, y le corresponde ahora al mandatario seccional garantizar el proceso de estabilización del centro hospitalario.

Barreto delegó a su Secretaria de Salud y a su Secretaria de Planeación, para que, en conjunto con un equipo auditor que contrató, revisaran el estado actual del centro asistencial.

No obstante, el choque con las directivas del Federico y en especial con el gerente interventor, Alfredo Julio Bernal, ha sido evidente. Por una parte, el Gobernador ha manifestado su molestia por una supuesta negativa del hospital de entregar la información, y por la otra, Bernal ha dicho que el proceso de intervención ha sido transparente y positivo, y que la información requerida por el equipo auditor ha sido pública y ha estado al alcance de su mano.

Lo cierto es que la discusión también tiene un trasfondo político importante, pues justamente Iván David Hernández, gerente del hospital en la época en la que Óscar Barreto fue gobernador por primera vez, y quien fuera señalado por su pobre gestión administrativa, fue llevado a los estrados judiciales, al ser acusado, de haber cometido irregularidades en la celebración de dos contratos por total de $1.835 millones. Hoy los dineros se esfumaron y las obras de esos contratos no existen.

Actualmente y cuando el Gerente interventor ha entregado un balance de lo que fue su gestión en los últimos dos años, se espera que el equipo auditor del Gobierno departamental haga lo mismo con lo que encontraron. La reforma del nuevo sistema de urgencias, la dotación de la unidad de cuidados intensivos de la mujer, el pago de las obligaciones laborales atrasadas de vigencias de 2014 y 2015 con cooperativas asociadas, así como el pago de cinco meses de salarios atrasados con las plantas fija y temporal, hacen parte de la gestión presentada por Alfredo Bernal.

Veremos si esas cifras concuerdan con los diagnósticos de la comisión auditora enviada por Barreto, pero, sobre todo, esperamos que en manos de su gobierno y con total voluntad suya, el Federico Lleras tome nuevos aires y termine de estabilizarse, tal como ha prometido el Gobernador en el caso puntual de la Universidad del Tolima.

REDACCIÓN EDITORIAL

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