Editorial: ¿Está preparado Ibagué para un evento de emergencia?

Eso quedó evidenciado el pasado sábado cuando se presentaron torrenciales aguaceros en la capital tolimense, que precipitaron inundaciones en 15 barrios. A pesar del esfuerzo y acompañamiento de los bomberos voluntarios, no fue suficiente.

Los temblores de 5.4 y 5.0 en la Escala de Ritcher, sacudieron el centro del país en la noche del pasado domingo. El epicentro de los sismos tuvo lugar en el municipio de Colombia, en el departamento del Huila, aunque el remezón se sintió en ciudades como Bogotá, Neiva, Villavicencio, Ibagué, entre otras. Hasta el momento no se han reportado víctimas, pero sí daños materiales en algunas viviendas en territorio opita. Además de ello, el nerviosismo y el pánico se apoderaron de algunos incautos, debido a la circulación de un mensaje de WhatsApp, en el que algún irresponsable, con el fin de generar pánico, alertaba sobre un supuesto terremoto que llegaría en próximas horas al país.

Justamente, hace unos días, se realizó un gran simulacro nacional, en donde se puso en marcha todo el protocolo de evacuación, y la manera de actuar frente a una situación de crisis. Sin embargo, y a pesar de las prevenciones hechas; al menos en redes sociales, algunos colombianos, e ibaguereños, se dejaron llevar por los falsos rumores y crearon alrededor de la eventualidad, una situación de desesperanza y temor infundado.

Con relación a lo anterior, es necesario reflexionar y cuestionarnos si realmente estamos preparados como ciudad para un evento de emergencia. Pensaríamos que no, y en eso concuerda Guiomar Troncoso, directora del Grupo de Prevención y Atención de Desastres, quien expresó luego del simulacro, que a Ibagué le falta preparación ante un evento de gran magnitud.

El papel de los medios de comunicación, resulta fundamental a la hora de una situación atípica que pueda poner en alerta a los ciudadanos. Basta con recordar episodios anteriores, en los que algunos medios, contribuyeron a la generación de pánico, desencadenando situaciones de caos. Por ejemplo, hace un par de años, se dijo a través de algunos medios radiales, que una turba peligrosa de manifestantes de la Universidad del Tolima, estaba incendiando y acabando con todo lo que estuviera a su paso. Si bien, se presentó una situación de alerta, no era tan grave como se dijo. Igualmente sucedió en meses anteriores, cuando hubo un desabastecimiento de combustible a raíz de una protesta de transportadores, y algunas emisoras no informaron de la manera adecuada la situación, provocando un colapso en las estaciones de gasolina.

Ante ello, también vale la pena aportar que hoy Ibagué, cuenta con un servicio hospitalario que está en crisis. Por un lado, el Federico Lleras, que hoy sigue entre aliviado y enfermo, y por el otro, el hospital San Francisco, que además de las precarias condiciones en las que presta su servicio, está próximo a ser liquidado. Sumado a eso, la reacción del Cuerpo de Bomberos y la Defensa Civil, no siempre es inmediata. Eso quedó evidenciado el pasado sábado cuando se presentaron torrenciales aguaceros en la capital tolimense, que precipitaron inundaciones en 15 barrios. A pesar del esfuerzo y acompañamiento de los bomberos voluntarios, no fue suficiente.

Hoy es necesario preguntarnos: ¿Ibagué está preparado para un evento de emergencia? y si la respuesta es No, entonces ¿qué debemos hacer para estarlo?

REDACCIÓN EDITORIAL

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