El referendo de la “Liberal” Viviane Morales

No obstante, hay que decir que la mayoría de argumentos de quienes se oponen a la adopción gay están basados en la biblia, y aunque Colombia es un país netamente católico y conservador, muy al estilo de la “Liberal” Viviane Morales, el legislativo nunca podrá determinar la intencionalidad de un ser humano por su condición sexual.

En días pasados, la propuesta de referendo de la senadora Viviane Morales, que busca prohibir a personas homosexuales adoptar niños, dejó de ser únicamente parte de un discurso, para convertirse en un proyecto aprobado por la Comisión Primera del Senado, y que en próximos días llegará a la Plenaria y a la Cámara.

Sin duda alguna, el tema de nuevo sacará chispas con los abanderados en el Congreso de la comunidad Lgbti, como la senadora Claudia López y la representante Angélica Lozano.

La iniciativa que para algunos resulta discriminatoria y va en contravía de la igualdad para todos los ciudadanos establecida en la Constitución, además de buscar que las parejas del mismo sexo no puedan adoptar, pretende impedir ese mismo derecho a personas heterosexuales que no vivan en pareja, es decir madres solteras, o padres solteros que deseen adoptar. Según la exfiscal Morales, los niños y niñas deben crecer bajo la crianza de la familia tradicional, conformada por la unión de papá y mamá.

El meollo del asunto es que esta iniciativa, además de cerrar la puerta de la adopción a la comunidad gay, establece una concepción de “familia perfecta” según los valores cristianos promovidos por Viviane Morales y su esposo, el polémico exsenador Carlos Alonso Lucio.

Sin embargo, según datos de Profamilia, solo un 54% de colombianos convive según esa figura, pues una gran mayoría se han divorciado, han enviudado y en especial una buena porción de mujeres ha tenido que criar a sus hijos solas, ante el abandono de sus maridos.

Es claro que el hecho de que un niño crezca con papá y mamá no es garantía de buenos cuidados, ni de crianza de ciudadanos ejemplares, pues el amplio número de niños abandonados en los hogares del Icbf ya evidencia la descomposición y la irresponsabilidad de muchas familias basadas en esa concepción natural de núcleo.

Finalmente, el otro lado de la discusión también tiene sus argumentos, totalmente válidos y respetables, como aquel que dice que los derechos de un niño deben prevalecer por encima de los intereses de un adulto y, en el caso de la adopción por una pareja gay, el niño crecerá sin una figura paterna y/o materna, que, por condiciones naturales, son necesarias para la continuidad de las generaciones.

No obstante, hay que decir que la mayoría de argumentos de quienes se oponen a la adopción gay se basa en la biblia, y aunque Colombia es un país netamente católico y conservador, muy al estilo de la “Liberal” Viviane Morales, el legislativo nunca podrá determinar la intencionalidad de un ser humano por su condición sexual.

REDACCIÓN EDITORIAL

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