El suicidio, una tragedia latente

Sea esta la oportunidad de reclamar a nuestros dirigentes, aquellas campañas de prevención y salud mental que se han llevado a cabo sin éxito y por temporadas casualmente cuando se presenta algún caso relevante. El tema del suicidio no es cualquier cosa, y es sumamente necesario que se le dé la importancia que merece y el espacio en aulas de clase y universidades.

Una agradable y significativa iniciativa se ha dejado ver por estos días en Facebook, acerca de la prevención del suicidio. A falta de campañas de concientización por parte de las autoridades colombianas, quienes finalmente son los que tienen el deber de trabajar en ello, los cibernautas han decidido contribuir en la generación de conciencia y prevención.

Se trata de un mensaje publicado en los estados de los perfiles, en el que los usuarios de la red más popular del mundo, invitan a todo aquel que pueda sentir deseos de hacerse daño o quitarse la vida, a dialogar, a comer una pizza, o incluso a tomar una cerveza, con el fin de escuchar sus problemas, conversar y ayudar a generar conciencia sobre la importancia y el valor de la vida. El poder y la inmediatez de las redes sociales y que en otras oportunidades ha contribuido a la difusión de mensajes mentirosos o poco amables, en este caso se ha convertido en una buena herramienta a favor de un positivo propósito.

Realmente en nuestro país las cifras de casos de suicidio son alarmantes y preocupantes, sobre todo porque en la mayoría de casos, los jóvenes son quienes mayoritariamente deciden ponerle fin a su existencia. Desde el 2014 hasta el 2016, se presentaron 359 casos en Colombia, entre ellos, el de un niño de menos de nueve años en Antioquia, lo cual además de ser una tragedia incomprensible, inquieta en la forma en la que están siendo orientados nuestros niños, sobre todo en temas tan delicados como este. Igualmente, los adultos mayores de 80 años también se ubican en la lista de personas que más deciden suicidarse. Algunos porque ya no le encuentran sentido a la vida, y en el peor de los casos, porque sus hijos y/o nietos los echaron al olvido.

En el caso del Tolima, los datos tampoco son alentadores. Según un informe del Instituto Nacional de Salud, nuestro departamento es la quinta región con mayores intentos de suicidio. Tan solo en 2016 se presentaron 400 casos de intentos de suicidios y 59 casos de suicidios consumados. Mientras tanto, las cifras que maneja la Policía, indican que el año pasado hubo 56 suicidios en todo el Departamento.

Igualmente pasa en Ibagué, ciudad que presenta a nivel nacional, un alto índice de suicidios consumados, pues según datos de la Secretaría de Salud Municipal, desde 2013 a 2016, se presentaron 122 casos, teniendo con mayor incidencia a personas del sexo masculino. Solo en los 12 días que han transcurrido de 2017, en Ibagué ya van cinco suicidios.

Sea esta la oportunidad de reclamar a nuestros dirigentes, aquellas campañas de prevención y salud mental que se han llevado a cabo sin éxito y por temporadas casualmente cuando se presenta algún caso relevante. El tema del suicidio no es cualquier cosa, y es sumamente necesario que se le dé la importancia que merece y el espacio en aulas de clase y universidades.

REDACCIÓN EDITORIAL

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