La economía colombiana creció en enero 1,6% de manera sorpresiva y fue gracias a las actividades primarias. El sector, compuesto por agricultura, ganadería, pesca, silvicultura y explotación de minas, tuvo un crecimiento de 10,26%, muy superior al 2,9% de enero del 2023, mientras que las actividades secundarias (producción textil, alimentos y bebidas, construcción, derivados del petróleo) decrecieron 4.99%. Las actividades terciarias (servicios bancarios, de salud y seguridad; restaurantes, educación, transporte, turismo y entretenimiento) crecieron 1,03%.
Pese a que la economía está creciendo a un ritmo muy por debajo de los años anteriores, es una señal de que comienza la reactivación, aunque de manera gradual. Sin embargo, el sector secundario no da señales de mejoría y lleva 11 meses consecutivos de caída. Esto es alarmante, debido a que estas actividades son las que más impulsan el crecimiento económico y que generan más empleo formal, como las manufacturas y la construcción.
Aunque la economía colombiana ha mostrado un crecimiento sostenido en los últimos tres meses, no es suficiente para que recobre el vigor de los años anteriores, por lo cual las agremiaciones del sector productivo, en especial la industria, le piden al Gobierno la elaboración de un plan de reactivación urgente para que el empleo tampoco se afecte. Para otros sectores, el crecimiento del sector primario es esperanzador y se necesitara que este crecimiento vaya acompañado de inversiones para impulsar el desarrollo agroindustrial.
Lo más saludable es que todas las actividades económicas (primarias, secundarias y terciarias) crezcan de manera pareja y sostenida, algo que no se ha conseguido en el último año. El bajo dinamismo de las actividades terciarias ha frenado otros renglones como el consumo y la inversión. A esto se añade la incertidumbre en materia política que ha causado el anuncio del presidente Gustavo Petro de convocar una asamblea constituyente, si sus reformas no son aprobadas en el Congreso.
Los gremios económicos proponen que el Gobierno les dé mayor impulso a las obras de infraestructura y que reinicie los proyectos que se encuentran frenados. Hay que elaborar estrategias para que los colombianos recuperen el optimismo. Es necesario que los inversionistas puedan restablecer la confianza y que se tomen medidas para proteger el empleo.
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