La Fábrica de Licores del Tolima, por el camino de la recuperación

Ciertamente, el Tapa Roja no la tendrá fácil, debido a la apertura de fronteras que permitió el ingreso de competidores fuertes como el Néctar, el Amarillo y, en poco tiempo, el afamado Antioqueño, pero el saneamiento de las deudas de la licorera es un buen inicio para su recuperación.

El panorama financiero de la Fábrica de Licores del Tolima parece que comenzó a despejarse, luego de días de incertidumbre sobre el futuro de la licorera, advertido en febrero por el diputado Juan Guillermo Beltrán.

Según el diputado, las ventas del aguardiente Tapa Roja cayeron drásticamente en los últimos años, debido a erradas decisiones de comercialización y a la apertura de fronteras para la venta de aguardientes de otras regiones que son líderes en el mercado nacional. En busca de respuestas y salidas a la crisis, citó a un debate de control político en la Asamblea a la gerente de la licorera, Victoria Castillo.

Durante el debate, el diputado Beltrán reveló que en los primeros tres meses de este año las ventas de Tapa Roja se redujeron a la mitad, con respecto al mismo periodo del año pasado (pasaron de 223.000 botellas en 2023 a 102.000 en 2024); mientras que uno de los nuevos competidores, el aguardiente Amarillo, pasó de vender 80.000 botellas en 2023, a 250.000 en 2024.

Para recomponer las finanzas de la licorera, Beltrán propuso cerrar las fronteras a los aguardientes foráneos (algo que no se puede hacer, debido a las demandas que ello acarrearía) y fortalecer la comercialización, el posicionamiento y las ventas primero en el Tolima y luego en el resto del país.

Al cierre de marzo, la Fábrica de Licores pagó las deudas que tenía con proveedores y contratistas, según informó la gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, al hacer un balance de sus primeros noventa días de gestión. Así mismo, dijo que entre los objetivos para rescatar la licorera están el posicionar de nuevo la marca Tapa Roja en todo el territorio nacional; aplicar un riguroso plan de austeridad en el gasto, e invertir en la innovación, modernización de la producción y comercialización del aguardiente, haciéndolo más competitivo.

De acuerdo con el informe entregado por la gobernadora, la estrategia de la licorera está dando buenos resultados. De igual forma, ratificó el patrocinio del aguardiente Tapa Roja al Deportes Tolima, una decisión que simboliza el apoyo irrestricto al equipo pijao.

Ciertamente, el Tapa Roja no la tendrá fácil, debido a la apertura de fronteras que permitió el ingreso de competidores fuertes como el Néctar, el Amarillo y, en poco tiempo, el afamado Antioqueño, pero el saneamiento de las deudas de la licorera es un buen inicio para su recuperación.

 

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